Líneas de Nazca (por Jorge Sánchez)
El historiador y cronista extremeño Pedro Cieza de León ya advirtió a mediados del siglo XVI las formas curiosas de las actuales líneas de Nazca sobre una llanura desértica, y así lo hizo constar.
Yo visitaría esas líneas cuatro siglos y medio más tarde, concretamente en el año 1996. Una tarde arreglé en la población de Nazca con la encargada de una empresa de avionetas un vuelo de 30 minutos para la mañana siguiente. Pagué por adelantado 30 dólares americanos, a razón de un dólar por minuto de vuelo. Fui a dormir a mi hotelito y al amanecer me presenté junto a dos europeos más (una pareja de daneses) que nos introduciríamos en una avioneta con capacidad justo para nosotros, los tres turistas más el piloto.
El piloto nos iba explicando historias sobre las líneas que íbamos sobrevolando, como un colibrí, un mono, una araña, pájaros, un laberinto, un hombre búho, y numerosas figuras geométricas con líneas que superaban el kilómetro de longitud. Nos habló de un caradura suizo apellidado Daniken, que durante décadas ha tomado el pelo con su fraude a los ingenuos compradores de sus libros, en los que ese embaucador afirma que esas líneas eran señales para que naves provenientes de otros planetas pudieran aterrizar en el planeta Tierra. De hecho, esas líneas eran surcos en el suelo y los centenares de figuras se observan perfectamente subiendo a unas escalerillas que se hallaban cerca de ellas, de apenas 5 metros de altura, así como desde las colinas circundantes.
La explicación sobre la utilidad de esas líneas y las figuras de animales y laberintos, es más prosaica: simplemente servían para prever el tiempo de las cosechas; funcionaban a manera de un calendario para los agricultores. Puede que existan otras explicaciones sobre los trazados de las líneas y figuras, pero lo que es seguro es que no eran pistas de aterrizaje para supuestos visitantes extraterrestres a nuestro planeta.
Al cabo de 35 minutos (el piloto nos dio 5 minutos de propina) los tres turistas descendimos de la avioneta visiblemente impresionados; ese vuelo había sido fantástico y nos hizo apreciar más el ingenio del antiguo pueblo nazca, que fue anterior al pueblo inca.