De origen glaciar, el lago de Garda está situado al norte de Italia, entre las regiones de Lombardía, Véneto y Trentino-Alto Adigio. Tiene forma alargada y, con sus aproximadamente trescientos setenta kilómetros cuadrados de superficie, es el de mayor extensión en todo el territorio transalpino. Constituye una transición entre las cumbres dolomíticas y el valle del Po, que resulta evidente en un contorno mucho más afilado y estrecho en su parte septentrional. En su interior se hallan un puñado de islas y en su zona meridional destaca una estrecha península que se interna en el agua durante unos kilómetros. Al final de ella se encuentra la histórica población de Sirmione, quizás la más atractiva entre las localizadas en su perímetro. Diversas especies piscícolas habitan sus aguas, entre las que hay que mencionar el carpione, salmónido endémico del lago actualmente en peligro de extinción. En su orilla sur existieron diversos asentamientos prehistóricos sobre pilares, algunos de los cuales se encuentran actualmente sumergidos y han sido protegidos por la UNESCO bajo la denominación Sitios palafíticos prehistóricos de los Alpes.