La Valeta (por Jorge Sánchez)
Pasé en Malta tres días con sus tres noches instalado en un hotel céntrico de La Valeta. Esa ciudad se considera la más densa del mundo en monumentos históricos, es decir, durante tres días tenía a mi disposición más de 300 atracciones turísticas para visitar en una superficie de menos de 1 kilómetro cuadrado. Naturalmente, no los visité todos, sino los más básicos que me recomendaron en la oficina de turismo, donde me regalaron folletos en español.
Entré en los sitios obligados para un turista, como son la concatedral de San Juan, el antiguo Palacio del Gran Maestre, numerosas iglesias y fortificaciones varias. Pero lo mejor era callejear sin objetivo, respirando la atmósfera íntima e histórica de la ciudad. La Republic Street era muy popular y siempre estaba llena de gente. Sin embargo, era una delicia pasear por las calles empinadas menos frecuentadas.
Desde el primer momento sentí la estrecha relación de Malta con España. Por los folletos que me regalaron aprendí que en el año 1282 Malta pasó a manos de la Corona de Aragón, que la poseyó durante dos siglos y medio, hasta 1530, cuando el rey Carlos I de España cedió las islas a los Caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén, quienes acababan de perder la isla de Rodas ante los turcos. Y apenas 35 años más tarde, durante el conocido Gran Sitio de Malta, Felipe II evitó que los turcos invadieran la isla enviando soldados desde Sicilia para aliviar el asedio otomano, cuya flota fue derrotada.
Aunque en la isla se hablaban como idiomas oficiales el maltés y el inglés, yo me empeñaba en hablar siempre la lengua de Dante, pues la considero la más simpática del mundo; además, allí la dominaba la mayoría de la población debido a los muchos turistas que procedían de la vecina Italia.
Vi que la población de Malta incluía muchos inmigrantes magrebíes, legales y no legales, por lo que el árabe también era una lengua práctica en ese país. De hecho, el maltés es una lengua semítica muy parecida al árabe, mezclada con el italiano, siciliano, español, etc., pero se escribe con caracteres latinos.
Había muchos turistas de crucero que llegaban por la mañana a La Valeta, se paseaban unas pocas horas comprando souvenires, comían donde les llevaba un guía turístico y tras ello regresaban a su barco para embarcarse hacia otro destino.