La cueva del dragón
Había una vez una cueva cuyas profundidades estaban ocupadas por una familia de dragones. Allí vivían felices, sin miedo a los peligros que pudieran acecharles en la superficie. Hasta que un buen día una enorme crecida del río que circulaba por el interior de la gruta se los tragó sin remedio. Tan solo sobrevivió Jami, un pequeño y tranquilo dragón que gustaba de salir al exterior para jugar con los niños. Lamentablemente éstos le rehuían, atemorizados por el fuego que expelían sus orificios nasales de cuando en cuando. Debido a ello el pobre Jami se sentía triste y desgraciado, sin nadie en quien poder confiar.
La cueva de Postojna está situada en la región eslovena de Kras, cuya denominación en alemán sirvió para definir a un tipo de relieve compuesto por materiales solubles que lo hacen ser fácilmente permeable. Formada por más de veinte kilómetros de galerías, es una de las grutas más famosas y visitadas del mundo gracias a diferentes singularidades que la hacen única. Fue creada por el río Pivka mediante la lenta excavación de un terreno sumamente calizo, en un proceso que se prolongó durante millones de años. El resultado es un sistema kárstico ciertamente intrincado, donde destacan tanto pasadizos angostos como salas de una amplitud considerable.
Justo cuando más solitario estaba, Jami se cruzó por casualidad con un escarabajo que le ofreció su amistad. Para demostrarle que no estaba solo en la cueva, hizo sonar un silbato tres veces y de inmediato comenzaron a aparecer arañas, caracoles de agua, otros escarabajos y diversas criaturas más que allí vivían. Asombrados ante su corpulencia, sus nuevos amigos pidieron a Jami que protegiera aquella noche un montón de perlas que guardaban en el sitio más recóndito de la gruta. Jami aceptó encantado, pero pronto cayó presa de un sueño insuperable y comenzó a roncar tan fuerte que hasta las paredes de ésta comenzaron a temblar.
Entre el cerca del centenar de especies que habitan el interior de la cueva de Postojna destaca la conocida como proteo. A pesar de que algunos lo consideren un pez, se trata en realidad de un anfibio del orden de los caudados. De aspecto parecido al de una serpiente, respira mediante branquias y puede alcanzar un tamaño superior a los veinte centímetros. La falta de pigmentación provoca que su piel tenga un aspecto blanquecino, por lo que en la lengua local es conocido con la apelación de pez humano. Curiosamente su longevidad es similar a la de la raza humana, pudiendo llegar a alcanzar un siglo de vida. Pero lo más increíble en relación con este extraño animal es que hasta hace no demasiado tiempo se pensaba que era una cría de dragón.
Tan potentes ronquidos fueron escuchados por un duende que habitaba en el interior de la cueva. Intrigado, se dirigió hacia su lugar de procedencia y allí descubrió a Jami durmiendo junto al montón de perlas que debía proteger. Su codicia le empujó a intentar robar algunas, pero al tratar de hacerlo el dragón despertó de su letargo y atrapó al duende. Para escapar, éste le prometió concederle un deseo y Jami le pidió convertirse en ser humano. Entonces, el duende pronunció unas palabras mágicas y la gruta se llenó de un humo espeso. De repente, el corpachón del dragón pareció desinflarse y se transformó en un pequeño ser con la piel de apariencia humana. Quién sabe si algún día volverá a crecer y recuperará su aspecto de dragón original.
Interesante post Floren. Eslovenia for the win! como ya hemos comentado alguna vez yo fui a sus primas las Skocjan Caves, que además son PdH y me gustaron mucho. Si vuelvo a ver el oeste del país me pasare por Postojna.
Eslovenia es uno de esos países a los que me gustaría volver, y si lo hago no dejaré de visitar las cuevas Skocjan. Seguro que tienen mucho interés, y seguramente son más «salvajes» que Postojna.