La cuenta atrás: José Manuel Beltrán
Comienza la cuenta atrás para José Manuel Beltrán. Cómo él mismo asegura en su interesante blog Parada y Fonda de un viajero, Viajar es un sueño que solo tú puedes hacer realidad y en eso lleva muchos años. Madrileño residente en Marbella, José Manuel ha disfrutado de ese sueño de todas las maneras posibles, sin despreciar ninguna de ellas. Llevo tiempo cruzándome con él en las redes sociales o leyendo algunos de sus artículos, siempre escritos bajo un punto de vista muy personal, y siempre me pareció una persona amable, educada y respetuosa en la forma de dirigirse a sus interlocutores bajo el apelativo de ciudadanos. Características que he podido confirmar personalmente gracias -no todo iba a ser malo- a los duros tiempos que nos han tocado vivir en la actualidad y que podéis hacerlo vosotros a través de sus respuestas. Con ustedes, José Manuel Beltrán.
10. El viajero, ¿nace o se hace?
En la respuesta a esta pregunta está, a mi juicio, el claro ejemplo del tópico. Todos, sin excepción, nacemos igual: desnudos, frágiles, indefensos, dependientes y sin toma de decisiones. Así es imposible aventurarse a ningún viaje. La persona que manifieste en su respuesta «que nace» es sencillamente un petulante. Yo disfruto con las experiencias que hago, una de ellas los viajes. Aquí está mi respuesta.
9. ¿Vives para viajar o viajas para vivir?
¡Ja, ja, ja! Pues ni una cosa ni otra. Para la primera, tal y como se quiere conceptuar, no me llega el saldo de la cuenta corriente. Para la segunda te respondería con otra pregunta ¿acaso crees que aquel que no viaja -sea la circunstancia que sea- no vive? Espero que pienses como yo. No hay que darle tantas vueltas cuando hablamos de viaje. No es necesario complicarlo tanto. Todos los días viajamos en trayectos muy cortos y generalmente no nos damos cuenta, o mejor dicho no sabemos aprovecharlos. Una de las frases de mi blog -creo que en la sección de «Quien soy»- viene a decir algo así como «es necesario que alguna que otra vez hagamos de turistas en nuestra propia ciudad, en nuestro pueblo.» Todos los días, seguro, puedes descubrir cosas nuevas, diferentes miradas, detalles en los que no habías reparado o desconoces ¿Acaso no forma eso también parte del viaje?
8. Si alguna vez te pierdes, ¿dónde no deberíamos buscarte?
Junto a pesimistas, intolerantes, insolidarios. Junto a necios, egoístas y malas personas. Junto a interesados, hipócritas y personas que desprecian a quienes no están «a su altura». Da lo mismo el lugar.
7. Dicen que la cabra tira al monte…y tú, ¿para dónde tiras?
Espero que esto lo estén leyendo personas adultas. Yo soy, no tanto como quisiera, un poco «cabr..». Sí, es la del acento. Pero espera. No quiero que pienses mal. Me refiero, tal y como decía mi padre, que si allí hay un incendio pues yo soy el jefe de los bomberos. Así que, si la cabra tira al monte, yo soy el «cabr..» que llega allí, junto a ella. ¡Vamos que me voy yo a perder esas vistas!
Y si quieres que te diga algo serio (que lo anterior lo era) te diré que me da lo mismo. Me gustaría tirar para cualquier lado. A ningún destino le pongo un pero aunque, es verdad, evalúo los reparos.
6. ¿Estás de acuerdo con quien afirmó que viajar, como todas las drogas, requiere un aumento constante de la dosis?
Me tengo por persona muy abierta, tolerante y sobre todo optimista. Pero hay algo que es superior a todos esos conceptos y donde mi radicalidad es extrema (a partir de una primera oportunidad). Ése es el tema de las drogas. Ya sé que la palabra está metida en la pregunta con buena intención pero aún así me rebelo ante ello.
Y ya hablando de viajes te diré que no es del todo necesario. Viajar debe de ser un motivo de satisfacción; nunca de necesidad. El viajar es un motivo de ilusión; también la felicidad de los tuyos. Viajar es oportunidad de degustar nuevos sabores, impregnarte de olores y ampliar tu retina a nuevos colores, y sin embargo también viajas a esos placeres con un buen cocido casero, con el aroma fresco de tu pareja al salir de la ducha o viendo a tus nietos disfrutar en la fiesta de su cumpleaños. ¿Tú, vosotros creéis que a todo esto se le puede llamar droga?
5. ¿Crees que los prejuicios que suelen acompañar a quien no sale de su tierra se curan viajando? ¿O por el contrario el hecho de viajar los reafirma?
Los prejuicios son muy difíciles de curar debido a nuestro ego. De hecho coexisten sin necesidad de viajar. Habría que conocer el por que uno no ha salido de su tierra. Hay que ser prudentes en la respuesta para no caer en esa petulancia que manifestaba antes. Algunos, no se si muchos o pocos, les sigue siendo imposible.
Aún así, si no amplias tu campo de visión seguirás pensando lo mismo, y por tanto a buen seguro que no modificarás tus prejuicios. Viajar, salir de tu entorno más cercano y quizás cómodo, te da la oportunidad de observar, entender y comprender (o no), de experimentar. Algunos si lo utilizan para modificar criterios; otros sin embargo siguen pensando que un castillo en ruinas son piedras y más piedras, que nada le dicen. Hay que respetarlos y seguir incentivándoles a viajar para poder ir modificando ese prejuicio.
4. Cuando decides hacer un viaje, ¿eliges tú el destino o dejas que el destino te elija a ti?
Generalmente lo elijo yo porque por mucho que pueda leer revistas de viaje todavía no ha habido ninguna que me haya hablado, y que conste que lo tendrían fácil pues yo soy muy fácil de convencer. Actualmente elegimos destinos en función de meteorología, precios y ofertas, disponibilidades de citas médicas, y lugar donde no hayamos estado. No nos importa repetir, es cierto, porque siempre habrá rincones que te has dejado de visitar en tu viaje anterior. Pero se trata de ampliar mundo, aunque eso ahora en estas actuales circunstancias de pandemia tenga que remodelarse. Además, entono mi mea culpa por tener abandonado a nuestro país, donde hay también maravillosos lugares que conocer. Ahora es el momento. Ahora es cuando el destino, ESPAÑA, me elige a mí.
3. En general, ¿prefieres los destinos culturales, los naturales o los que combinan ambas facetas?
Ambos, sin duda. Me (nos) gusta la naturaleza, desde siempre. Nos gusta el destino cultural, en su más amplio concepto. Hay tiempo para todo, aunque otros -me consta- una u otra faceta les resulta aburrida. Yo creo que hay tiempo para disfrutar de todo.
2. ¿Qué opinas de esas asociaciones de viajeros de nombre tan anglosajón y cuyos miembros en buena parte desconocen la lengua de Shakespeare?
Las respeto, no podía ser de otra forma, aunque después no comparta parte de su forma de actuar o de hacernos ver y comunicar «su realidad». No formo parte de ninguna de ellas (eso creo) más allá de estar encuadrado en determinados grupos de redes sociales. Todo esto viene ya de muchos años atrás. Algunos de esos «veteranos», otros (los que más) que sin serlo querían imitarlos, y sobre todos los noveles, buscan publicidad. Buscan, por regla general, un medio de vida. No quiero decir eso de «viajar gratis», pero que se ha demostrado que en algún caso es así. En su momento algunos medios de comunicación los ampararon; ahora también pero de una forma más selectiva. Sin embargo son muy pocos los, vamos a decirlo así, los profesionales.
Yo, ya lo he dicho antes, respeto a quien me cuenta cosas interesantes -y más si las desconozco- sin mayor interés que el propio destino. Me interesa a quien me aporta ideas y experiencias que pueda yo utilizar si viajo allí. Me importa lo sencillo, lo creíble, lo real y sincero. Si esa lectura se encuentra dentro de un blog, revista, periódico; encuadrada en un grupo, asociación o lo que sea, valoraré el contenido más allá que el continente. Se llame como se llame.
1. Una que no me resisto a hacerte: ¿Podrías contarnos alguna enseñanza que hayas extraído de tu último y un tanto agitado viaje?
¡Ufff! Necesitaría un libro, cuestión por cierto en la que estoy trabajando. Pero sí. Yo creo que todo esto (no solo mi agitado viaje como tú lo denominas) nos debe de cambiar a todos. Y digo debe porque confío que sea así, y para mejor.
Dentro de mis dotes (lo siento, si antes hablaba del ego de los demás no voy a dejar el mío aparte); dentro de mis dotes decía, se encuentra el optimismo y el positivismo. Ambas las he tenido que ejercer a tope. Para quienes no lo conozcan el cierre de fronteras y demás circunstancias de esta pandemia nos pilló en plena ruta de viaje. En este caso era un barco de crucero que desde Buenos Aires nos llevaba por el Pacífico, más en concreto hasta San Antonio, Chile. Allí debíamos desembarcar y, en la noche del día antes de llegar a puerto ya se nos indica que no podrá ser. Las circunstancias nos llevaron a tener que navegar todo el Pacífico desde ese puerto hasta San Diego, en la costa californiana de EEUU, a poca distancia de Los Ángeles. Navegación, sin poder tocar tierra pues ninguno de los 10 países costeros nos permitía el desembarco. Añadir a este inconveniente el tema medicinas por patologías importantes.
Pues bien, no solo en lo que a mí y mi ciudadana concierne. También con el resto de compañeros de crucero -españoles y otras nacionalidades con las que compartimos más estrechamente experiencia, he reforzado enseñanzas que espero me hagan mejor persona. Es ante las dificultades cuando sale lo mejor (también, no hay por que ocultarlo, lo no tan bueno) de las personas. Son los miedos, la incertidumbre, el odio y la crítica, el egoísmo y la falta de empatía quienes quedan vencidos por la esperanza, la realidad, la generosidad y la comprensión, por la solidaridad y la sonrisa y amabilidad. Son valores que necesitan muy poco esfuerzo para ser expandidos. Son situaciones en las que te das cuenta que el apoyo al compañero -más o menos conocido, que mas da- tiene su valor. Que la sonrisa, la llamada y el simple saludo de alguien (si es de fuera más, ya que tú estás tan lejos) tiene un valor infinito. Te acuerdas en ese momento cuanto tiempo hace que no le dices ¡hola, como estás! a ese familiar casi olvidado, al amigo del que ya ni te acuerdas, al abuelo al que hace tiempo que no ves. Te das cuenta que tú no eres nada ni nadie ante ciertos elementos externos. Y que, gracias a esos elementos, tú eres MUY GRANDE. Solo te falta ¡venga, no te de corte, arráncalo ya!, solo te falta sonreír y ofrecer la mano a quien quiera tomarla. ¡Fuera prejuicios! ¡Fuera intolerancia!
0. Para terminar la cuenta atrás y comenzar el viaje, indícanos tus cinco lugares que todo el mundo debería visitar antes de morir.
Ésta es si cabe la pregunta más difícil. ¡Cinco, tan solo cinco!. Vamos a ver. Si uno es coherente yo tendría que decir aquellos que ya conozco antes de morir. Así que ahí van. El primero sería India ¿seguimos hablando de prejuicios? No, venga que voy a ser muy cargante. El segundo, Francia. ¡Ay, ese mi París!. El tercero … pues me he quedado con muchas ganas de conocer más y más, Argentina. El cuarto, mi querido México (allí hay raigambres). Y el último, que bien podría ser el primero, es mi país, es España.
Me has pedido lugares pero vas a entender que eso es mucho más difícil e injusto.
Y como en todos esos sitios he estado ahora te voy a decir aquellos que me gustaría visitar antes de … (no recuerdo que era la palabreja esa). Así que, estos son mis preferidos. Nueva Zelanda, es el primero (mi sueño). Australia, Polinesia y África Central y el Sur. Y ya, por último, aunque ya conozco parte de ella, Canadá.
Un placer, José Manuel. Quedo a la espera de ese libro en el que estás trabajando, que me permitirá conocerte un poco más.
GENIAL, así en mayúsculas
Por mi parte solamente Gracias!!
Coincido contigo. José Manuel es una persona genial.
Muchas gracias por tu comentario y un saludo.
Estupendo. José Manuel es tal cual se presenta. Desprende alegría y optimismo. Me ha gustado mucho conocerle un poco más.
Muchas gracias, María. También tengo defectillos ehh!! pero pocos jajaja!!
Así es, María. Una persona encantadora y un gran viajero.
Muchas gracias por tu comentario y un abrazo.
Bueno, pues yo había escrito aquí un comentario pero está claro que no quedó bien registrado. Y, como ahora ya no me acuerdo de lo que puse pues otra vez habrá que improvisar. El caso es dar trabajo y no darse cuenta que la agenda está a tope de tareas.
En fin. Gracias, y gracias por esta entrevista. Por haberme sacado intimidades (de las que se pueden compartir). Espero que los lectores sepan apreciar la calidad del … entrevistador. Un sincero abrazo y, para todos, Salud ciudadanos!!
Te agradezco mucho que contestaras mis preguntas, que espero no fueran muy impertinentes. Para mí fue un placer entrevistar y así poder conocer un poco más a alguien admirable tanto por gran viajero como por excelente persona.
Muchas gracias también por el comentario y un abrazo.
Lo que sí está claro es que tienes muy poco de político , muy sincero en tus declaraciones . Me encanta la entrevista. Quiero ver ese libro cuanto antes para……»poder hacer alguna crítica sobre él». Un abrazo Ciudadano
Gracias, Antonio. No sé si tengo algo de político o no, siempre y cuando lleguemos a un acuerdo de lo que es «político» jajaja Lo que si es cierto es que he sido totalmente sincero en esta entrevista (intentó serlo para cualquier cosa). Yo creo que cada uno puede decir «sus verdades» sin tener que faltar al respeto al supuesto contrario. Ni a ese, ni a nadie. Y, en lo que respecta al libro, pues ahí estamos. Por supuesto tu crítica sé que también será sincera. Un abrazo !!
La sinceridad es un punto más a favor de José Manuel. Me gustan las personas directas y que no tienen reparos en «descubrir intimidades», como él mismo dice.
Muchas gracias por tu comentario y un saludo.
Muy interesante
Gracias!!
Lo es. Gran viajero y buena gente.
Muchas gracias por tu comentario y un saludo.
Me ha encantado la entrevista, me ha afirmado en la opinión que ya tenía de Jose Manuel. Vete preparando el libro que lo quiero leer 😉 Abrazos
Me alegra que te gustara, Rose. A ver si se decide a publicar el libro.
Muchas gracias por tu comentario y un abrazo.
Orgulloso de mi padre. Genio. Love u, Pa.
Seguro que tu padre está orgulloso de ti también.
Muchas gracias por tu comentario y un saludo.