Comienza la cuenta atrás para Iván Gadea. Como él mismo lo define, el bichito del viaje le picó en la veintena y desde entonces no ha conseguido encontrar el antídoto. Aunque más que curarse lo que busca es aumentar la dosis y para ello dentro de unos meses partirá hacia una gran aventura. Narra sus experiencias en Apeadero, blog ya veterano en el sector cuyo título es toda una declaración de principios y que se ha convertido en una referencia para ayudar a viajeros en la preparación de sus viajes por libre. Particularmente, admiro la capacidad de entusiasmo por viajar de Iván a la vez que su habilidad para conseguir billetes de avión a los precios más ajustados posibles. A ver si algún día me cuenta el secreto. Con ustedes, Iván Gadea.

10. El viajero, ¿nace o se hace?

Se hace. Yo me hice, antes de los 22 años apenas había salido de Valencia y no estaba especialmente interesado en viajar. Sin embargo creo que hay algo que se lleva dentro desde siempre y necesitas que algo lo despierte. En mi caso, recuerdo perfectamente pasar horas y horas mirando el atlas y el globo terráqueo que me debieron regalar allá a los 9 años. Sin embargo hasta que no empecé a viajar, primero por España y luego por el mundo, no me picó el bichito del viaje.

9. ¿Vives para viajar o viajas para vivir?

Ambas cosas. Ahora mismo, viajo para vivir, pero cada vez más vivo para viajar.

8. Si alguna vez te pierdes, ¿dónde no deberíamos buscarte?

En Labuan Bajo. Ni aunque me paguen vuelvo. Representa todo lo que odio de la industria turística. Hay otros sitios dónde me costaría regresar, como la región sudeste de India que la sufrí en pleno verano, Dubai y ciudades de la zona, etc. pero creo que Labuan Bajo es el lugar que más me repele hasta el punto de no querer volver.

7. Dicen que la cabra tira al monte…y tú, ¿para donde tiras?

No tengo manías: montaña, playas, templos, museos, frío, calor… Lo importante es viajar y vivir experiencias. Lo único que le pido siempre a un viaje es que haya contacto con la realidad, que esté al nivel de la gente que vive en el destino. No me imagino un viaje en hoteles de lujo, comiendo comida internacional y transportándome siempre en aviones. Me gusta tener la experiencia de haber dormido en un burdel en Nairobi, haber comido en las calles de Bangkok o haber recorrido 200 km en una Ndiaga Ndiaye en Senegal. Ese es mi monte…

6. ¿Estás de acuerdo con quien afirmó que viajar, como todas las drogas, requiere un aumento constante de la dosis?

Sí, por eso en la pregunta 9 respondí que cada vez más vivo para viajar, porque esta droga te hace querer más y más y no conformarte con 15 días de vacaciones al año. Empezamos a viajar en nuestras vacaciones, viajes cortos de 10 a 20 días, ahora menos de 30 días se nos hace corto y estamos planificando empezar este verano un viaje de 7 meses.

5. ¿Crees que los prejuicios que suelen acompañar a quien no sale de su tierra se curan viajando? ¿O por el contrario el hecho de viajar los reafirma?

Unamuno no iba desacertado cuando dijo que el racismo se cura viajando. Sin embargo, lo que Unamuno no conocía es el turismo. Mientras que entre mis amigos viajeros he visto casi siempre tolerancia y aceptación del diferente, también he tenido la experiencia contraria en gente que viaja mucho, pero en plan «turista» (con tour organizado, me refiero). Viajar no cambia nada, lo que cambias eres tú y ese cambio no es compatible con guías de turismo, recorridos planificados por otras personas, etc. que te hacen alejarte de la gente de los lugares que visitas.

4. Cuando decides hacer un viaje, ¿eliges tú el destino o dejas que el destino te elija a ti?

Mi proceso para elegir un destino es bastante caótico. He de decir que es un proceso doblemente caótico porque el destino debe consensuarse con mi pareja. Como nuestras fechas suelen ser bastante restringidas, buscamos entre los destinos que nos apetecen en ese momento y no hemos ido. Solemos elegir entre esos destinos el que nos permita volar de manera más económica. Jamás he llegado a pagar más de 600 euros en un vuelo. Al contrario que otros viajeros, nunca he dicho «este año hay que ir a tal sitio o tal continente», estoy abierto a cualquier plan apetecible.

3. ¿Qué opinas de esas asociaciones de viajeros de nombre tan anglosajón y cuyos miembros en buena parte desconocen la lengua de Shakespeare?

¿Tu quieres que me lapiden? 🙂 Como dicen los ingleses intentaré ser «polite»: El problema no es el nombre o la falta de conocimientos de sus miembros y organizadores, el problema es el contenido, para qué se reúnen y quién hay detrás moviendo los hilos.

2. En poco tiempo comenzarás un viaje de larga duración, ¿cuáles son tus sensaciones en los momentos previos a esta gran aventura?

Ansiedad, ganas de que llegue el gran día. También un poco de rabia y frustración, puesto que los planes no siempre salen como uno querría y muchas veces (como es el caso) es por culpa de la burocracia. Lo que todavía no siento es presión y es quizás por eso por lo que no he empezado a planificar nada del viaje. Solo tenemos la idea inicial que es salir en coche desde Alicante y llegar hasta dónde nos dejen (que será a las puertas de Irán, puesto que te exigen el maldito Carnet de Passages para cruzar la frontera). De ahí no sabemos si continuar en transporte público hasta el sudeste asiático o si volar directamente. Solo tenemos una cosa clara: no nos vamos a llevar ropa de abrigo, por lo que en cuanto empiece a hacer frío, tendremos que saltar a climas más propicios.

1. Una que no me resisto a hacerte: ¿Cómo se gestionan los más de quinientos cincuenta comentarios que tienes en tan solo uno de tus posts?

Hablas del artículo sobre cómo organizar un safari en Kenia. No es fácil porque no siempre puedo responder correcta y puntualmente, pero es de justicia decir que los propios lectores me ayudan mucho. Yo propuse el viaje inicial, el que nosotros hicimos a Kenia y Uganda en 2009, explicando cómo organizarlo, pero son los viajeros que siguiendo esas indicaciones han repetido el viaje quienes me han ido informando acerca de cómo están las cosas en destino ahora. Por poner un ejemplo muy claro, la compañía con la que nosotros alquilamos el 4×4 ha cerrado. Yo intento siempre responder, buscando incluso la información actualizada, pero son los propios viajeros los que muchas veces se responden entre ellos creando un diálogo muy enriquecedor.

0. Para terminar la cuenta atrás y comenzar el viaje, indícanos tus cinco lugares que todo el mundo debería visitar antes de morir

Esta sí que es una pregunta complicada, pero me lanzo a la piscina:

– Iguazú: Especialmente en época húmeda y, por favor, que nadie se pierda la experiencia de bañarse en la playa del río rodeado de cascadas.
– Islandia: Es un país impresionante y apasionante que todo el mundo debería de visitar. Recomiendo especialmente visitarlo a principios de nuestra primavera o finales de nuestro otoño, cuando allí es todavía invierno y podemos encontrarnos con la Islandia nevada, una experiencia mucho más enriquecedora que la Islandia del verano (a pesar de que eso nos impedirá acceder al centro de la isla). Auroras boreales, senderismo, fuentes termales…
– Safari en Masai Mara durante la gran migración: Sin palabras, una experiencia para toda la vida. La concentración de animales en Mara en esa época es tal que es imposible no volver satisfecho de la experiencia.
– Acampar en las playas de San Blas: A quién le gusten las playas, las islas de San Blas son la viva imagen que te viene a la mente cuando le dices la palabra «paraíso».
– India: Te puede gustar más o te puede gustar menos, pero hay que ir y experimentarlo. Ningún viajero que se precie debe evitar el subcontinente indio.

Mucha suerte para esa gran aventura, Iván, y que disfrutéis de todas esas experiencias que os esperan en el camino.