Comienza la cuenta atrás para Fran Opazo. Dejemos que se presente ella misma. ‘Soy muy autocrítica y vivo en el constante dilema de ser una bloguera de la vieja escuela —mi primer blog lo tuve hace milenios, cuando no existía Google— y ser esta bloguera 2.0 que escribe con SEO y se promueve en las redes sociales. Trato de entregar un equilibrio entre anécdotas, consejos y guías, pero hasta ahora no he traicionado mi ética y no he tenido críticas (y me encantaría que alguien las hiciera)’. Poco más tengo que añadir. Tan solo que Fran me parece una persona sincera, con un enorme sentido del humor y con unas ganas de viajar que pueden con todo, como lo demuestra en su excelente blog La Vida Nómade. Y si alguien duda de su autenticidad, tan solo tiene que pasarse por la Asociación de Blogueros de Viajes de Chile, que ella misma creó, y echar un vistazo a su Código de Ética. Ya quisiéramos tener algo así en asociaciones similares en España. Con ustedes, Fran Opazo.

10. El viajero, ¿nace o se hace?

En mi caso nací con el bichito, pero siempre creí que viajar era algo imposible y muy caro, así que tuve que inventar la forma de hacerme viajera. Y lo logré.

9. ¿Vives para viajar o viajas para vivir?

Viajo para sentirme viva. Soy una persona muy emocional: veo un Miguel Ángel o un monumento y se me pone la piel de gallina, me duele el estómago. Todo lo histórico y desconocido me atrae. Sé que va a sonar dramático, pero si yo no viajo prefiero morir. Así de simple.

8. Si alguna vez te pierdes, ¿dónde no deberíamos buscarte?

En un centro comercial o en Disney. Los detesto.

7. En España decimos que la cabra se dirige al monte…y tú, ¿hacia donde diriges tus pasos?

A todo lo que me parezca interesante, diferente y signifique un reto. Ahora estoy muy obsesionada con Asia Central. Me gustan los viajes auténticos, claro, pero ahora soy mucho más tolerante, principalmente porque de todo se puede sacar una historia. Fui a Patong en Tailandia y lo odié, pero ahora sé que lo odio con argumento. Aunque no sé si soportaría ir a Disney.

6. ¿Estás de acuerdo con quien afirmó que viajar, como todas las drogas, requiere un aumento constante de la dosis?

Absolutamente. Creo que eso corresponde a que uno va aprendiendo en el camino y se va atreviendo más.

5. ¿Crees que los prejuicios que suelen acompañar a quien no sale de su tierra se curan viajando? ¿O por el contrario el hecho de viajar los reafirma?

Creo que en la mayoría de los casos se curan, pero no faltan los que no aprenden nada o los que creen que por mucho viajar hoy pueden dictar cátedra desde un podio y mirarte desde su nube.

4. ¿Dirías que el hecho de viajar ha dado sentido a tu vida?

Más que eso, me la arregló completamente. Antes de viajar, no sabía qué quería de la vida, estaba perdida, entregada a mi destino. Visto desde fuera, tenía una vida perfecta, pero perfecta para el resto, no para mí. Fui muy sobreprotegida de niña y yo siempre estaba nadando contra la corriente. Yo quería la imperfección, ensuciarme, comer en la calle, caminar por el lado salvaje de la vida. Con 42 países en el cuerpo soy una mejor versión de lo que era hace 10 años. Tengo menos posesiones, pero soy mucho más feliz.

3. ¿Buscas información sobre tus destinos en los blogs de viaje? ¿O te resultan tan aburridos que prefieres encontrarla en otros medios?

Busco en todos lados, pero no soy fiel a un blog en particular, aunque tengo mis favoritos. Soy periodista de profesión, así que si encuentro un dato interesante tengo que confirmarlo varias veces y contrastar la información. Además, me aburren los blogueros que centran todos sus relatos en sí mismos y donde todo es bonito, genial y perfecto, como vendiéndote una crema milagrosa para rejuvenecer. Para mí lo ideal es contar una historia que tenga tu sello, pero donde no necesariamente seas el protagonista, donde me cuentes aspectos inesperados del viaje y exista un toque de sarcasmo. ¿Había mal olor y ratas? Quiero saberlo. Pero si la redacción es muy mala, abandono el blog al primer párrafo.

2. ¿Piensas que la alarmante falta de ética entre los blogueros de viaje está alcanzando niveles de pandemia? ¿Se está aún a tiempo de atajarla?

En algunos casos la falta de ética es descarada, sobre todo esos blogueros que inventan que son exitosos y venden e-books para «vivir de tu blog» y sólo son enlaces de afiliados. Creo que los únicos que pueden atajar esa pandemia son quienes hablan con la verdad y reconocen a estos charlatanes. Debemos ser más responsables con lo que escribimos: no puedes decirle a un chico de 18 años que viva de su blog y viaje a tiempo completo si al final le estás sugiriendo que viva pegado al computador y a las redes sociales, intentando que sus lectores usen los enlaces que le reportan plata.

1. Una que no me resisto a hacerte: ¿Cómo te sientes cuando se acerca el momento de realizar el viaje de tus sueños?

Es como cuando te estás enamorando de alguien. Cada vez que pienso en eso, siento mariposas en el estómago. Y me da un poco de miedo, porque de verdad creo que me va a dar un ataque al corazón cuando me pare en la Plaza Roja de Moscú. Cuando fui a ver a los Guerreros de Terracota en China me dio una cosa rara. Es inexplicable. Cuando viajo siento como si estuviera dentro de una película de Krzysztof Kieślowski, todo muy intenso y emocional.

0. Para terminar la cuenta atrás y comenzar el viaje, indícanos tus cinco lugares que todo el mundo debería visitar antes de morir

Esta es la pregunta más difícil de todas. Quizás mañana te diga otras, pero las opciones 1 y la 2 las mantengo siempre.

1. Tokio, varias veces.

2. Valparaíso, especialmente de noche. Emborracharse con locales y escuchar un bolero en los bares de marinos para trasladarte a los años 50.

3. Brasil, un país con una onda insuperable, a pesar de todos los problemas que tienen.

4. China. Pasas por todos los estados emocionales y desafía tu paciencia, pero vale la pena.

5. Londres. Esa ciudad es un espectáculo.

Hasta el infinito y más allá, Fran. Tú puedes.