La cuenta atrás: Eva Gallego
Comienza la cuenta atrás para Eva Gallego. Persona curiosa donde las haya y con un enorme afán por aprender, Eva siempre tuvo claro que tenía que viajar tarde o temprano. Y lo ha hecho cuando ha podido, centrándose especialmente en los países nórdicos y su querida Península Ibérica. Su tristemente desaparecido blog de viajes, Un mundo fascinante, me atrajo desde la primera vez que lo vi, tanto por sus excelentes fotografías como por el lujo de detalles con el que adornaba sus crónicas. Como a muchos otros participantes en esta sección, no tengo el placer de conocerla personalmente pero me siento muy cercano a ella. Tanto su forma de ver la vida como sus inquietudes, sus principios, su preocupación por el medio ambiente y hasta sus preferencias viajeras me resultan del todo punto admirables. Con ustedes, Eva Gallego.
10. El viajero, ¿nace o se hace?
Las dos cosas. Todos nacemos viajeros. El ser humano ha sido nómada durante toda su existencia y lo sigue siendo. El nomadismo es la forma de vida en muchísimas partes del mundo. Nacemos viajeros, está en nuestro ADN, sólo que a algunos se les olvida o ése instinto se les adormece porque se distraen con todo el ruido que nos rodea.
Pero el viajero también se hace porque CRECE y EVOLUCIONA, está continuamente aprendiendo, conociendo, curioseando, reflexionando. Un viajero de verdad, o lo que yo entiendo como viajero de verdad, siempre, siempre aprende cosas nuevas de su destino aunque lo haya visitado mil veces; siempre contempla y admira con humildad, siempre percibe algo nuevo, diferente, algo de lo que no se había percatado.
Por eso, para mí, el viajero nace pero también se hace.
9. ¿Vives para viajar o viajas para vivir?
Viajo para sentirme viva, para conectar con ése instinto nómada y primitivo, viajo para comunicarme con algo muy profundo de mi ser. Para mí viajar es algo esencial, imprescindible en mi vida, fundamental en mi enriquecimiento personal y como ser humano. Es algo difícil de explicar con palabras. Pero ni vivo para ello (porque hay otras muchas cosas importantes en la vida) ni viajo para ganarme la vida con ello.
8. Si alguna vez te pierdes, ¿dónde no deberíamos buscarte?
Curiosa esta pregunta. Lo cierto es que nunca lo había pensado detenidamente. Supongo que no me encontrarían en lugares en conflicto, pero más por mi familia que por mí misma.
7. Dicen que la cabra tira al monte…y tú, ¿para donde tiras?
Siento predilección por los países nórdicos, quizá porque tengo un carácter y una forma de ser que se asemeja en muchos aspectos a su cultura. Tranquilos, reflexivos, introspectivos, muy conectados con la naturaleza, con la vida sencilla. Quizá les tengo idealizados pero, por ahora, es donde más «en casa» me he sentido de los viajes que he hecho hasta el momento.
Cualquier lugar que me permita conectarme con la naturaleza, la historia del mundo y la historia de la humanidad, suponen para mi una atracción irresistible. Los lugares con heridas geológicas, como digo yo, que me permitan ver y palpar que el planeta está vivo, los dólmenes, las cuevas con pinturas rupestres, todo aquello del pasado que ha llegado a nuestros días.
6. ¿Estás de acuerdo con quien afirmó que viajar, como todas las drogas, requiere un aumento constante de la dosis?
A pesar de lo que pueda parecer con todas las respuestas anteriores, soy una persona realista y, por eso, sólo en parte comparto esa afirmación. Pero creo que depende de la etapa de la vida en la que te halles y de tus circunstancias personales. A veces necesitas detenerte y quedarte en un sitio por un tiempo. Como todo en la vida, el exceso es nocivo y, respecto a los viajes, ocurre lo mismo (digan lo que digan).
5. ¿Crees que los prejuicios que suelen acompañar a quien no sale de su tierra se curan viajando? ¿O por el contrario el hecho de viajar los reafirma?
Fíjate, no creo en que los prejuicios se «curen» viajando. Conozco a muchas personas que no han salido jamás de su pueblo y tienen una mente mucho más abierta que algunos que se denominan «nómadas» o «viajeros». Los estereotipos, los prejuicios, se rompen reflexionando, analizando, profundizando en el sentido de la vida, en los «por qué» del mundo y del ser humano. En definitiva, filosofando y haciéndose preguntas y cuestionándose las cosas.
Y eso depende de cada persona independientemente de que viaje más o menos, de su profesión o de sus estudios.
Viajar, quizá, haga más sencillo para algunas personas romper o incluso confirmar estereotipos, pero viajar no es la panacea, ni la clave para desenmarañar la madeja, como se trata de «vender».
Y ojo, que muchos tendrían que conocer mejor sus «fronteras» antes de salir fuera…
4. Cuando decides hacer un viaje, ¿eliges tú el destino o dejas que el destino te elija a ti?
Creo que, casi siempre, he elegido yo el destino. Pero también hay algo de que el destino me elija a mí. Y me explico, porque esto es tremendamente ambiguo.
Como soy una persona con muchísima curiosidad, a la que le encantan las lenguas, la historia, la música, la literatura y la antropología (entre otras), tengo rachas en que me atrae «esto» o «aquello» y me vuelvo bastante obsesiva con el tema. Por ejemplo, tuve una racha en la que devoraba todo aquello que trataba sobre los pueblos celtas así que, respecto a viajar, me moría por ir a Irlanda, Reino Unido o la Bretaña francesa, fuera de nuestras fronteras, para pisar los lugares que albergaban la historia de ése pueblo.
Pero la literatura, por ejemplo, también me ha servido de inspiración para elegir destino o para poner en mi punto de mira un lugar u otro. Me muero por ir a San Petersburgo tras haber leído un par de libros que me encantaron y que se desarrollaban durante el asedio de Leningrado. O me chiflaría hacer «La antigua ruta del té y los caballos» en China, tras haber visto un documental y haber leído cosas sobre esta ruta durante mis estudios universitarios.
Pero como, por desgracia, dependemos de nuestra situación económica… Después de todo el rollo, la respuesta es que el presupuesto del que dispongo es el que finalmente termina por decidir el destino al que voy a viajar.
3. ¿Buscas información sobre tus destinos en los blogs de viaje? ¿O te resultan tan aburridos que prefieres encontrarla en otros medios?
Sí, busco información en los blogs de viaje pero del mismo modo que busco información en guías de viaje o prensa especializada, es decir, de forma puntual y cuando voy a viajar o estoy preparando la posibilidad de ir a ése lugar.
Lo que sí es cierto es que lo que busco en los blogs es información práctica en referencia a rutas o economizar así como que me descubran lugares menos conocidos o visitados, todo esos que no salen en otro medios pero que rebosan encanto. Es decir, no soy lectora compulsiva de los blogs de viaje (salvo de dos o tres que sí los reviso con frecuencia) y recurro a ellos únicamente cuando voy a preparar mi viaje.
2. ¿Qué opinas de esas asociaciones españolas de viajeros de nombre tan anglosajón y cuyos miembros en buena parte desconocen la lengua de Shakespeare?
Supongo que son una buena forma de impulsar a aquellos que pretenden vivir de su blog de viajes y facilitarles los contactos para poder entrar en el círculo y el teje-maneje que se cuece en España en este sector. Aunque, aún así, desde mi perspectiva y visto desde fuera, creo que no se está haciendo bien y que hay prácticas que son deplorables y terribles.
Así que, para aquellos que como yo no compartimos ni la intención de vivir del blog ni los «teje-manejes» que se cuecen (básicamente por ética, valores o llámalo como prefieras) pues me resultan completamente innecesarias, indiferentes e inútiles. Pan y circo.
Y bueno, ya sabemos que en España todo lo que se diga en inglés es mejor y más moderno. Complejos lingüísticos porque por falta de recursos o por la teoría de la economía del lenguaje te aseguro que no es.
1. Una que no me resisto a hacerte: Como persona curiosa que eres, ¿qué es lo más importante que has aprendido viajando?
A relativizar y a restar importancia a muchas cosas que antes me suponían un quebradero de cabeza, tanto de mi entorno como las exigencias que me imponía a mí misma. Viajar me ha enseñado a valorar todavía más la sencillez con la que siempre he llevado mi vida y a reafirmar el hecho de que quiero seguir viviendo así, a pesar de que esta sociedad no lo entienda. Y que el mundo es tremendamente frágil y que tenemos que cuidarlo porque cada detalle y cada gesto, por nimios que sean, suman.
0. Para terminar la cuenta atrás y comenzar el viaje, indícanos tus cinco lugares que todo el mundo debería visitar antes de morir.
Me voy a tomar la libertad de hacer tres listas, cinco lugares fuera de España (aunque me queda tantísimo por ver que sólo de pensarlo me abrumo) que he visitado, cinco lugares fuera de España que querría conocer y cinco lugares en España (de la que me declaro enamorada y que tanto, tantísimo ofrece). Sin orden de preferencia.
Fuera de España que haya visitado: Florencia la capital de la Toscana, una ciudad que es arte en sí misma. El lago de Inari en Finlandia, la paz más absoluta y bella. Cualquier lugar de Islandia donde la naturaleza resplandece y sientes lo vivo que está el planeta. El Monte St-Michel sobre todo al anochecer durante la misa cantada porque te aseguro que es absolutamente mágico. Por último Oporto con su melancólica decadencia arrabalera y esa tranquilidad y sencillez de mis paisanos portugueses que enamora.
Fuera de España que no haya visitado: Kyoto (Japón), Angkor (Camboya), Macchu Pichu (Perú), Egipto todo entero, Lhasa (Tibet) y, como extra porque no me puedo resistir, Pyramiden (Svalbard, Noruega).
España: Atapuerca donde tanto hemos aprendido sobre el ser humano y cuánto más nos queda por descubrir. Cualquier pueblo del pirineo aragonés (allí me encantaría vivir cuando sea viejecita) con sus casitas de piedra y donde se respira una tranquilidad pura y la naturaleza te brinda paisajes hermosísimos. El Valle de Jerte que tanto ofrece además de la belleza de los cerezos en flor. El castro de Baroña un poblado de la edad de Hierro en un lugar idílico a la vera del poderío del Atlántico y al que recomiendo su visita al atardecer. Y el Barranco de la Hoz en Guadalajara, un sorprendente paisaje de fantasía.
Tan solo desearte, Eva, que sigas viviendo a tu manera y que algún día todos tus sueños se hagan realidad.
Me han gustado mucho las respuestas de Eva.Las ha «clavado»! Muy realistas y con mucho sentido.Creo que es una persona muy joven, pero demuestra una gran madurez.Lo del Mont San Michel y el Castro de Baroña, me ha encantado! En cuanto a San Petersburgo, Eva, decirte que yo lo tenía taaaan idealizado que fue uno de los pocos sitios, por no decir el único que me decepcionó un poquito.Espero que a ti no te suceda lo mismo!!! Un abrazo Eva y Floren.
Me alegra que coincidas con las opiniones de Eva, porque yo también lo hago. Es una persona sincera y con las ideas muy claras, de ésas que lamentablemente no abundan en el ámbito de los blogueros de viaje. El castro de Baroña tiene muy buena pinta, a ver si consigo visitarlo algún día.
Muchas gracias por tu comentario y un abrazo.
Muchas gracias por tus palabras, Floren, y por darme la oportunidad de formar parte de esta sección del blog 🙂
El Castro de Baroña es espectacular. De verdad que yo recomiendo visitarlo al atardecer. No decepciona. Sobre todo si «te gustan las piedras» como a mí.
Abrazote enorme, amigo.
A mí las piedras me dicen mucho, más que las personas en general. Y cuanto más antiguas sean, mejor, de ahí mi interés por el megalitismo. Lamentablemente, mi experiencia con la Galicia rural hasta ahora es nula, lo cual es una pena. A ver si en el futuro puedo ver lugares como es magnífico castro de Baroña, el no menos interesante de Santa Tecla o algunas muestras de esos megalitos y petroglifos tan abundantes en tierras gallegas.
Ha sido todo un placer leer tus sensatas y acertadas respuestas. Muchas gracias por tu participación y un fuerte abrazo.
Me alegra que te haya gustado, Trini. Y también que me hayas podido conocer un poquito más 🙂 Yo siempre digo que soy una «viejoven» porque aunque en espíritu y en muchas cosas me siento joven en mi interior siento que soy un alma vieja. Confieso que eso me ha complicado mucho la existencia :-/
Fíjate, yo a San Petersburgo más que por lo «bonito» que pueda ser me atrae muchísimo más por la historia que encierra. Pero si algún día por fin puedo ir te diré qué me ha parecido ¡Y cambiaremos impresiones! 😀
¡Abrazote!
Más que vieja, yo creo que eres un alma sabia. Como también lo es Trini, por cierto.
Enhorabuena Eva por la sencillez, serenidad y sinceridad en la entrevista. Y tranquila que los sueños viajeros se van cumpliendo poco a poco, a nosotros nos quedan todavía unos cuantos! Y como para gusto los colores, a nosotros nos encantó y mucho San Petersburgo. Un saludo viajero para la entrevistada y el entrevistador
Coincido con vuestra opinión sobre Eva también, destila todas esas virtudes que habéis mencionado y algunas más, como su claridad de ideas. En mi opinión, algunos sueños viajeros se cumplen y otros no, pero no es posible conseguirlo todo en la vida. Aunque espero que Eva llegue a cumplir los suyos, tiempo tiene para ello.
Muchas gracias por vuestro comentario y un saludo.
Muchas gracias por leer la entrevista Pilar y Paco. Espero poder ir cumpliendo todos esos sueños viajeros pero, como bien decís, poco a poco. Sin prisa pero sin pausa. 😀
Como también comenta Floren, no todos los sueños se cumplen pero lo importante es intentarlo y esforzarse para conseguirlos. Si puede ser bien y si no, uno tampoco tiene que pecar de avaricioso 🙂 Al fin y al cabo, lo importante es disfrutar de lo que se pueda y siempre aprovechar esa experiencia del viaje al máximo sea donde sea 😀
Muchas gracias, incansable pareja de viajeros. Sois admirables y entrañables 🙂
Y, de nuevo, gracias a ti, Floren ^_^
Como dijo un literato, muchas veces los sueños, sueños son. Pero ¿y lo que se disfruta soñando? Si no tuviera una vasta y casi infinita colección de sueños, algunos de ellos cumplidos y otros no, mi vida no hubiera sido la misma. No sé si mejor o peor, pero mucho más aburrida seguro.