La cuenta atrás: Carlos Martínez
Comienza la cuenta atrás para Carlos Martínez. Ligado desde siempre al sector ferroviario, Carlos parecía predestinado a viajar ya desde muy joven. Y ha cumplido sus expectativas de sobra, como lo demuestra el hecho de haber visitado aproximadamente un centenar de países hasta la fecha. Narra de primera mano sus experiencias en el blog Carlos el Viajero, donde habla de lugares y experiencias que le han causado impresión. Particularmente es uno de los viajeros españoles que más admiro, no solo por la amplitud y diversidad de experiencias que atesora sino por su facilidad para pasar desapercibido en este gremio donde tantos demuestran un insoslayable afán de notoriedad. Con ustedes, Carlos Martínez.
10. El viajero, ¿nace o se hace?
El viajero se hace. O quizás la persona desconocía que lo suyo era viajar hasta que empezó a viajar. Es cierto que si en tu infancia o adolescencia estabas más interesado en la geografía e historia más que en las ciencias, o te gustaba leer libros de personajes aventureros, o si te llamaba más la atención los documentales en TV relacionados con otras latitudes es que algún germen viajero llevabas dentro. Pero pienso que la inquietud por conocer, la curiosidad por explorar se desarrolla cuando empiezas a viajar y ves que al llegar a casa necesitas más y más. Ya no hay vuelta atrás. Es el momento en que te reconoces a ti mismo como viajero.
9. ¿Vives para viajar o viajas para vivir?
Ambos conceptos están relacionados. En mi caso, cuando entras en mi piso de apenas 75 m2, ves bombillas en vez de lámparas, muebles viejos y de poca calidad, y te mueves con un coche utilitario de 15 años es porque más del 50% de tu presupuesto va para viajes. Está muy claro que vivo para viajar.
A la vez desde un punto de vista espiritual, el viajar me da vida y sentido a la misma. No concibo que de la noche al día me diga a mí mismo: ‘Carlos, ya no viajo más’. Creo que ese día es porque será para hacer ese viaje definitivo que hacemos todos una vez en la vida y del que jamás volvemos…
8. Si alguna vez te pierdes, ¿dónde deberíamos buscarte?
Generalmente en dos sitios: en una estación del ferrocarril y en un mercado. En el primer caso, si puedo, para coger un tren local, más allá del destino que vaya. Me gusta el ambiente ferroviario y la gente local que se mueve en él. Me encanta conocer las estaciones emblemáticas. No hablo de estaciones ni trenes modernos, ni de alta velocidad. Cuantos más viejos y tradicional mejor. En el caso de los mercados porque es el lugar donde puedes tastar, saborear el tuétano de un pueblo. No importa dónde esté, siempre acabó en uno.
7. Dicen que la cabra tira al monte…y tú, ¿para dónde tiras?
Quizás te diría para dónde no tiro. No me verás ni en Cancún, ni Punta Cana ni incluso bajo la Torre Eiffel. Igual que la cabra tira al monte yo tiro dónde no vea a gente. Me incomoda ver masificación turística. No quiere decir que no haya pisado algún lugar de esos, pero no me siento cómodo. Prefiero perderme en cualquier pueblo de Zacatecas que por Venecia. Cada vez es más difícil, pero aún es posible encontrar lugares tranquilos e «inexplorados».
6. ¿Estás de acuerdo con quien afirmó que viajar, como todas las drogas, requiere un aumento constante de la dosis?
Seguramente. El viajero es inconformista por naturaleza. Al principio de viajar, con un par de viajes al año estaba uno satisfecho. Veinte años después no llenas ni con cuatro y si pudiera uno no pararía de viajar. Claro, luego llega la realidad, hay otras cosas en la vida que también hay que atender. También te digo que aunque uno no esté viajando, el simple hecho de escribir, quedar con amigos viajeros para hablar de viajes etc., te hace que no pierdas el hilo entre viaje y viaje.
5. ¿Crees que los prejuicios que suelen acompañar a quien no sale de su tierra se curan viajando? ¿O por el contrario el hecho de viajar los reafirma?
Depende. El destino, duración y la forma de viajar tienen mucho que ver. Viajar a Varadero o a Benidorm una semana con una pulserita en la muñeca no creo que te cambie mucho o quizás te cambie a peor. Por el contrario, si viajas de mochilero por Bangladés o a Costa de Marfil por ejemplo por tu cuenta, e interaccionado con la gente local, sensibilizándote con lo que ves te cambia a mejor. Conoces de primera mano su cultura y te hace valorar muchas cosas. Mucha gente debería viajar por países musulmanes y africanos antes de hablar de manera negativa y con el desprecio con el que lo hacen. Hay otras formas y estilo de vida y que aprendes a respetar.
4. ¿Dirías que el hecho de viajar ha dado sentido a tu vida?
Mayormente. Pero tampoco es exclusivo. También mi esposa, mi familia, u otras cosas como tomarme un café con un buen amigo.
Viajar obviamente es una faceta bastante importante. Muchas conversaciones y pensamientos habituales giran alrededor de viajes y destinos. De la misma manera que un runner le da sentido a la vida el correr, o a un cinéfilo ir al cine. En mi caso, el viajar obviamente en gran medida le da ese sentido.
3. En general, ¿prefieres los destinos culturales, los naturales o los que combinan ambas facetas?
Si se puede, que combinen ambas facetas. Está claro que hay destinos claramente de naturaleza. Se me ocurre Costa Rica. Pero eso no quita que me guste pasar tres días en San José y disfrutar de aspectos más culturales. Al revés también pasa con destinos etiquetados como culturales, y que si voy también me gusta escaparme a algún rincón donde se aprecie algo de naturaleza. Muchas veces depende de la movilidad o accesibilidad. Soy más de transporte público y ver algunos sitios dignos de disfrutar de la naturaleza se hace más complicado. Eso sí, si puedo no renuncio ni muero en el intento de hacerlo.
2. ¿Qué opinas de esas asociaciones de viajeros de nombre tan anglosajón y cuyos miembros en buena parte desconocen la lengua de Shakespeare?
Bien. Precisamente acabo de ingresar en la Travelers Century Club, claramente anglosajona que tiene su sede en California. Aún no tengo fundamentos para opinar, pero más allá del lugar de su sede o razón social, me interesa porque hay reuniones en España donde el idioma no es un problema. Este mes de marzo acudiré a una y mi interés principal es encontrar simplemente con gente que hable de viajes, compartir experiencias y disfrutar de tertulias viajeras. En mi ciudad no hay ninguna asociación ni club de esta naturaleza. Si bien, hay otras asociaciones a la que también pertenezco, y aunque el trasfondo es viajero, se tiene más interés por otros aspectos relacionados como generar seguidores en RRSS, temas de SEO, influencers más allá de los viajes en sí. Tampoco son de mi interés las agrupaciones que el único propósito es buscar compañeros de viajes. Desde luego, y aunque me pese, el inglés es el idioma que usamos los viajeros si queremos conocer algo más de mundo exceptuando Hispanoamérica o la Península. Al fin y al cabo el inglés no es un idioma tan ajeno para los viajeros aunque obviamente desearía que hubiera asociaciones en un ámbito más nacional y en español.
1. Una que no me resisto a hacerte: Tengo entendido que has visitado prácticamente todos los estados de América. ¿Podrías explicarnos que es lo que te lleva una y otra vez a este continente?
Efectivamente, exceptuando bastantes islitas de Las Antillas, Sotavento y Caribe, he visitado toda América continental. En muchos países varias veces y algún caso hasta 19 veces como México. ¿Cómo no enamorarse de América? Mi paisano Nino Bravo ya lo cantaba: ‘cuando Dios hizo El Edén, pensó en América…’ En América y en especial Latinoamérica me siento como pez en el agua. Nunca me siento un extranjero, disfruto con los distintos acentos, expresiones, la calidez de la gente, los mercados y la diversidad paisajista. Encuentras desiertos, selva, grandes ríos, ciudades coloniales, una arqueológica única herencia de muchos pueblos precolombinos, curiosas tradiciones y una rica gastronomía. El viajar tanto a este continente también me ha hecho amar América en su conjunto y también me ha vuelto sensible con los problemas actuales que acechan a algunos países del continente que sobra citar. Cuando me retire profesionalmente me veo viviendo en ese continente.
0. Para terminar la cuenta atrás y comenzar el viaje, indícanos tus cinco lugares que todo el mundo debería visitar antes de morir.
Bueno, ahí os van. Aunque para gustos, los países. El orden el que quieran: Bangladés, Bolivia, Ghana, el altiplano central mexicano y Etiopía. ¿Las razones? Las dejo con el suspense para que los visiten, si es que todavía no ha habido ocasión. Un saludo y muchas gracias.
Teniendo en cuenta que no he visitado ninguno de ellos, tendré que ponerme las pilas en el futuro. Un placer contar con tu presencia aquí, Carlos.
Muy amena la entrevista y refleja claramente el carácter discreto y reflexivo de Carlos. ¡No necesita alardear de superviajero porque lo es!
Me encantó la pregunta 2, pero todavía más la respuesta de Carlos, que con esa sencillez que le caracteriza acaba poniendo los puntos sobre las íes. Y estoy totalmente de acuerdo con el que el español es una de las lenguas muy ricas, con mil y un matices dependiendo del lugar donde se hable.
Un cordial saludo.
Me alegra que te haya gustado la entrevista. Conozco poco a Carlos, espero hacerlo más en profundidad algún día. Pero me parece un gran viajero y una persona reflexiva, como tú dices, y que sabe pasar desapercibida. Valoro mucho esta última cualidad.
Muchas gracias por tu aportación y un saludo.
Interesante entrevista, amigo Carlos. Y si, estoy contigo: también me incomoda la masificación turística, y siendo un apasionado de África como se que eres, la posibilidad de sentirte a gusto aumentan.
Un saludo, Carlos.
Uno más a quien incomoda la masificación, aunque opino que todas las personas tienen derecho a cumplir sus sueños. Particularmente, hace muchos años que renuncié a volver a Praga, mi ciudad favorita posiblemente, debido a ello.
Muchas gracias por tu comentario y un saludo.
Hola Carlos
Me ha gustado mucho la entrevista, tus respuestas tan sinceras me han tocado el corazón, pues han hecho que pueda entenderte y
Ver tu sentir . Te quiero Marivi
Muchas gracias por tu comentario. Seguro que Carlos lo agradece más aún.