Erigido a mediados del siglo XIX por mandato del sultán Muhammad Amin Khan, el minarete Kalta Minor es quizás la imagen más icónica de Itchan Kala, el recinto amurallado de Khiva. En realidad es una obra inacabada, pues los trabajos se dieron por finalizados tras el prematuro fallecimiento de su creador. Alcanza unos treinta metros de altura en la actualidad, aunque se piensa que estaba diseñado para llegar hasta los setenta metros o incluso más. En torno a él circulan numerosas leyendas, entre ellas la que afirma que el propósito por el que fue construido era el de llegar a observar la ciudad enemiga de Bukhara, situada a cuatrocientos kilómetros de distancia, desde su parte superior.