Diseñado por el botánico francés Patrick Blanc en 2007, el jardín vertical del CaixaForum se eleva unos veinticinco metros sobre el suelo del madrileño Paseo del Prado. Con una superficie que se aproxima a los quinientos metros cuadrados, fue el primero de su género que se instaló en España. Las plantas que viven en él se calculan en unas veinte mil, representando a unas ciento veinte especies vegetales diferentes. Además de su indudable valor estético, sirve también como agente ecológico al filtrar las partículas contaminantes suspendidas en el aire. Al carecer de tierra como sustrato, su peso no es excesivo y no supone riesgo alguno para la pared sobre la que se extiende. Mediante un imaginativo sistema de riego que facilita el agua de manera regular a las plantas se consigue que sus raíces se distribuyan uniformemente por todo el espacio, evitando así que causen daños en la estructura del edificio.