Iglesias románicas del valle de Boí (Municipio de La Vall de Boí, Cataluña)
Localizado al noroeste de la provincia de Lérida, el valle de Boí fue formado por el discurrir del río Noguera de Tor, afluente del Noguera Ribagorzana. En su trayecto se suceden poblaciones de pequeño tamaño que han sabido mantener un tradicional aroma a tiempos pasados. Siete de ellas conservan templos románicos de excepcional interés, construidos en su mayor parte durante el siglo XII. Puesto que las aldeas de Durro y Taüll presumen de dos iglesias, el total resultante son nueve que han sido catalogadas como Patrimonio Mundial por la UNESCO. La más antigua es posiblemente la iglesia de San Félix de Barruera, seguida por la iglesia de Santa María de Cardet y la iglesia de Santa María de la Asunción de Coll. La iglesia de San Clemente y la iglesia de Santa María de Taüll, la iglesia de San Juan de Boí, la iglesia de la Natividad de Durro y la iglesia de Santa Eulalia de Erill la Vall fueron construidas poco más tarde. Completa el conjunto la ermita de San Quirce de Durro. La mayoría de ellas presentan campanarios de estilo lombardo y casi todas estaban cubiertas en su interior por pinturas murales de excepcional interés, que en su mayor parte se han perdido, han sido expoliadas o trasladadas al Museo Nacional de Arte de Cataluña.