Estas dos iglesias, la de San Andrés y de San Cirilo, deberían ser incorporadas al Patrimonio Mundial de «Kiev: catedral de Santa Sofía, conjunto de edificios monásticos y laura de Kievo-Petchersk», pues tienen un denominador común religioso. Aunque, según algunas crónicas, Andrés el Apóstol evangelizó en el siglo I zonas del mar Negro llegando a Kiev, la historia oficial afirma que el Cristianismo fue introducido en el siglo X en los países hoy llamados Rusia, Bielorrusia y Ucrania a través de la Rus de Kiev (un estado de tribus eslavas) por el entonces rey Vladimiro I de Kiev. Es por ello que Kiev es una ciudad sagrada para el Cristianismo Ortodoxo.
Durante una de mis visitas a la preciosa ciudad de Kiev tuve la oportunidad de visitar (además de la catedral de Santa Sofía y el Monasterio de las Cuevas) también estas dos iglesias, entrando por un buen rato en la de San Andrés (de estilo barroco creada en el siglo XVIII por el arquitecto italiano Bartolomeo Rastrelli, el que también participara en la construcción del Palacio de Invierno de San Petersburgo, además de erigir muchos más palacios en Rusia), donde participé en la misa y hasta tuve tiempo de comprarle un cirio al archimandrita. La atmósfera en los alrededores de estas iglesias era muy apacible, con gente meditativa sentada en los bancos de madera. Y vi bardos que interpretaban melodías medievales en sus laúdes y balalaikas.
