Iglesias barrocas filipinas (por Jorge Sánchez)
He visitado dos de las cuatro iglesias incluidas en este Patrimonio de la Humanidad: la de Iloilo y la Iglesia de San Agustín, en Intramuros, Manila. UNESCO está considerando añadir cinco nuevas iglesias a estas cuatro, totalizando nueve. De las cinco nuevas sólo he estado en la de San Pedro Apóstol de Loboc, en la Isla de Bohol, más en la del Patrocinio de María, en la Isla de Cebú.
Con las Iglesias Barrocas de Filipinas y la Ciudad Histórica de Vigan, son dos los sitios UNESCO de obra española. Además, otros tres sitios candidatos que aparecen en la Lista Indicativa de UNESCO y que confío que pronto sean de propio derecho Patrimonios de la Humanidad, fueron erigidos por los españoles durante los más de tres siglos y medio que permanecimos en las Islas Filipinas. Estos tres nuevos sitios, son:
– Fortificaciones coloniales españolas en Filipinas
– Iglesia de San Sebastián
– Iglesias jesuíticas de Filipinas
Cuando se confirmen estos tres nuevos sitios candidatos, serán cinco los Patrimonios de la Humanidad construidos por los españoles en Filipinas.
En Manila me quedé a dormir en un hotelito dentro de Intramuros, en la Calle Urdaneta (en honor de nuestro Andrés de Urdaneta, que halló la corriente del tornaviaje del Galeón de Manila, y que era primo de Legazpi). Sólo tenía que bajar a la recepción de mi hotel y a 50 metros tenía ante mí la Iglesia de San Agustín, que visitaba cada día para comprar cirios. Dentro de esta iglesia se encontraba una majestuosa estatua de madera representando a San Agustín de Hipona. En las paredes y junto a esta iglesia había placas y signos de UNESCO.
Durante los años cuando los ingleses invadieron Manila (segunda mitad del siglo XVIII), profanaron esta iglesia, saqueándola y robando todo lo que pudiera ser valioso, que se llevaron a Inglaterra. Los estadounidenses no serían mejores y utilizaron esta iglesia como prisión para realizar el primer exterminio del siglo XX de la Humanidad, contra el pueblo filipino, cuando masacraron al 10 por ciento de la población civil, entre ellos muchos españoles nacidos en España. Los japoneses también usaron esta iglesia como campo de concentración, asesinando a la mayoría de los filipinos allí encerrados. La iglesia, además de guerras, ha sufrido terremotos. Pero allí sigue de pie, orgullosa y magna.
En mi opinión, debería ampliarse este Patrimonio de la Humanidad a todo Intramuros, pues a pocos metros de esta iglesia, en la Plaza de Roma, se halla la catedral, el fuerte de Santiago, la estatua de Felipe II (de cuyo nombre deriva el de las Islas Filipinas), la estatua de Isabel II de España, y la de Carlos IV con una placa de agradecimiento, pues fue este rey español quien comisionó y sufragó la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, de 11 años de duración (1803 – 1814), la primera de la historia de la Humanidad que realizó una vuelta al mundo en la nave María Pita, y que tantas vidas salvó en todo el mundo, en especial en los países del continente americano y en Filipinas (además de otros países asiáticos), donde se padecía la viruela. Tras Manila navegué a Zamboanga para, desde allí, viajar por el archipiélago de Sulu y saltar, de isla en isla, hasta Borneo.