Iglesia del Santo Sepulcro (Jerusalén, Palestina)
Seguramente el lugar más santo para la cristiandad, la iglesia del Santo Sepulcro fue edificada en el sitio llamado Gólgota, que en arameo significa calavera. De acuerdo con la tradición cristiana, justo en ese punto Jesucristo fue crucificado, enterrado y posteriormente resucitó. El lugar exacto donde se encontraba el sepulcro se sitúa en el interior de una capilla localizada en el centro de la basílica. La primera versión del templo fue encargada por el emperador Constantino a comienzos del siglo IV y desde entonces es un importante centro de peregrinación para los fieles adscritos al mencionado culto. Tras ser demolido a comienzos del siglo XI, unas décadas más tarde se construyó la iglesia actual, de estilo románico. Desde entonces sirve como catedral de la Iglesia ortodoxa de Jerusalén.