Casi escondida entre los árboles de un bosquecillo, la iglesia de Sfântul Dumitru Izvorâtorul de Mir, literalmente San Demetrio Fuente de la Mirra, pasa completamente desapercibida a ojos de los visitantes de Bucarest. Y es una lástima, porque se trata de un encantador pequeño templo construido en madera a la manera de las iglesias de Maramureș. Está situado en el barrio de Drumul Taberei y dedicado a la advocación de San Demetrio de Salónica. Fue éste un militar romano que sufrió martirio a comienzos del siglo IV debido a su conversión al cristianismo. Debe su apodo de Fuente de la Mirra a la creencia de que sus reliquias, que se conservan en la basílica de San Demetrio en Salónica, desprenden un perfume que se conoce como olor a santidad.