Dotada de dos fachadas y dos coros, la iglesia de Santo Domingo es un templo barroco construido en la ciudad de Murcia durante la primera mitad del siglo XVIII. Formaba parte de un convento, desaparecido tras la infausta desamortización de Mendizábal y del que también se ha conservado la anexa capilla del Rosario, edificada a mediados del siglo XVI y ahora parte constituyente de la iglesia principal. Resulta esta capilla ser una prolongación del crucero del templo y hacia ella mira uno de los coros, mientras que el otro se sitúa a los pies de aquel. De las dos fachadas, la posterior está flanqueada por dos torres de ladrillo y carece de acceso al interior, mientras que la principal consta de dos tramos, mostrando el superior una hornacina con las figuras de Santo Domingo y San Francisco. El conjunto está coronado por una cúpula sobre tambor, rematada a su vez por una linterna.