Construida a comienzos del siglo XII a las afueras de la pequeña localidad de Taüll, la iglesia de San Clemente es una auténtica joya románica. Sobresale su campanario de cinco pisos, ligeramente exento y edificado en el más puro estilo lombardo que caracteriza a esta zona del valle de Boí. Tiene planta basilical, cubierta por una techumbre de madera y dividida en tres naves, rematadas por un ábside la central y sendos absidiolos las laterales. Lamentablemente los maravillosos frescos que decoraban su interior, entre los que destacaba el del ábside central representando al Pantocrátor, fueron trasladados a un museo de Barcelona y reemplazados por unas copias bastante decepcionantes.