Iglesia de la Santa Virgen María (Provincia de Ruse, Bulgaria)
Excavadas en la roca, a escasa distancia de la población búlgara de Ivanovo, una serie de iglesias y capillas fueron construidas por diversos ermitaños durante los siglos XIII y XIV. Probablemente la de mayor interés, debido a la excepcional calidad de sus frescos, sea la dedicada a la Santa Virgen María. Se encuentra situada sobre un espectacular acantilado rocoso a casi cuarenta metros de altura y fue establecida a mediados del siglo XIV por un ermitaño de nombre Joaquín como resultado de la donación efectuada por el rey Ivan Alexander, cuya figura aparece en las imágenes. Tanto sus muros como su techo están cubiertos por frescos de una exquisita sensibilidad artística, que representan una serie de escenas bíblicas entre las que destacan las dedicadas a La Última Cena, La Pasión de Jesucristo o La Asunción de la Virgen.