Iglesia Crețulescu (Bucarest, Rumanía)
A pesar de estar dedicada a San Nicolás, la iglesia Crețulescu es popularmente conocida con esta denominación en recuerdo al boyardo que la construyó. Sucedió esto a comienzos del siglo XVIII, y en esa época están datados los frescos del pórtico, mientras que los del interior fueron pintados aproximadamente ciento treinta años más tarde. La fachada del edificio estaba originalmente decorada con pinturas, pero en una restauración fue sustituida por la actual de ladrillo. De su importancia para la ciudad de Bucarest da idea el hecho de que durante el régimen comunista se pretendió derribarla, pero el pueblo se opuso y hoy día es uno de los templos ortodoxos más apreciados en la capital rumana.
Muy interesante esta iglesia. Aprovecho para preguntarte, tú que conoces bien el país: Que tal Bucarest? Leí algún comentario en algún libro o web que es la París del este? cierto el tópico? saludos
Cuando estuvimos en Bucarest no visitamos esta preciosa iglesia. Una lástima porque veo que merece la pena. Para serte sincera, ni conocía su existencia…siempre nos descubres cosas nuevas.
Un abrazo
Bucarest no deja a casi nadie indiferente. La mayoría de la gente la odia, unos pocos la amamos.
Es cierto que antes de la I Guerra Mundial la llamaban el pequeño París o el París del Este. Entonces la ciudad tenía un nivel de vida que ya hubiéramos querido en España, pero las dos guerras mundiales y el régimen comunista que siguió la afectaron mucho. Ha mejorado algo en el período actual pero tampoco es para tirar cohetes.
Aún así la capital rumana todavía guarda maravillosas construcciones, tanto civiles como religiosas. Basta con dar una vuelta por algunos barrios para encontrarse con edificaciones que remiten a su esplendoroso pasado.
Si algún día vais a Rumanía, no dejes de preguntarme.
Esta iglesia está junto a Calea Victoriei, una de las calles que concentra mayor número de edificios interesantes en Bucarest. Probablemente pasasteis cerca de ella en alguno de vuestros paseos por la ciudad.
Me alegra que te haya gustado. Si algún día volvéis a la capital rumana no dejes de visitarla, es mejor en la realidad que en las fotos.
Un abrazo.