Diversas localidades europeas deben su creación a la existencia de manantiales de aguas termales en ellas. Por iniciativa de la región de Karlovy Vary, muy conocida en la República Checa por albergar tres famosos balnearios, un conjunto de once poblaciones pertenecientes a siete países de Europa fue declarado Patrimonio Mundial en 2021. Lo componen las checas Mariánské Lázně, Františkovy Lázně y Karlovy Vary; las alemanas Bad Ems, Bad Kissingen y Baden-Baden; la austriaca Baden bei Wien; la belga Spa; la francesa Vichy; la italiana Montecatini Terme; y la británica Bath. Todas ellas comparten características comunes, como una estructura urbana desarrollada en torno a la existencia de fuentes termales en su subsuelo o el papel terapéutico que representan. Hay que mencionar también su contribución a la denominada cultura de la ciudad balneario, desarrollada en Europa a partir de comienzos del siglo XVIII y difundida desde ellas a diversas otras zonas del mundo.
