Pueblo originario de Siberia, los kirguises se desplazaron hacia el sur en el siglo VII, estableciéndose en ambas vertientes de las montañas Tian Shan. Actualmente, esta etnia de origen túrquico-mongol cuenta con unos cuatro millones de miembros, que viven mayoritariamente en Kirguistán, aunque una importante minoría lo hace en la región china de Xinjiang. Hablan una lengua altaica cuyo sistema de escritura tradicional se ha perdido y en la actualidad utilizan caracteres cirílicos, aunque existe también un alfabeto, basado en el alfabeto latino, que se creó en el siglo XX. Mantienen tradiciones ancestrales, como el uso del sombrero apodado ak-kalpak o las técnicas de fabricación de alfombras denominadas ala-kiyiz y shyrdak. Respecto a su gastronomía hay que mencionar el jupka, especie de pan plano típico de Oriente Medio y Asia Central. Su héroe nacional es Manás, cuyas luchas contra los uigures en el siglo IX se cuentan en la epopeya homónima. Aunque hoy día son sedentarios, su origen nómada se pone de manifiesto en el uso de las viviendas móviles llamadas yurtas. Buena parte de los kirguises son fieles islámicos, aunque muchos de ellos siguen manteniendo sus tradicionales creencias politeístas.