Etnia mayoritaria en Benín, los fon están distribuidos principalmente por la parte sur del país, así como por algunos puntos de los vecinos estados de Nigeria y Togo. También son conocidos como dahomey, debido a su entronque con el mítico reino homónimo. Éste se desarrolló especialmente en el siglo XVII, estableciendo su capital en la actual ciudad de Abomey y extendiéndose por los contornos. En esa época, así como en los siglos posteriores, el tráfico de esclavos era habitual en esta zona del golfo de Guinea y tenía uno de sus puntos de partida hacia América en el puerto de Ouidah, situado en territorio dahomey. Más adelante, el imperialismo francés acabó con el reino y los fon pasaron a trabajar en las plantaciones que allí surgieron. En la década de los sesenta del siglo XX, la mayor parte de ellos quedaron integrados en el nuevo estado denominado Dahomey, que más tarde pasó a llamarse Benín. En la actualidad, el número de fon se estima en unos tres millones y medio de personas. Hablan una lengua tonal que forma parte del grupo de los lenguajes gbé. Aunque algunos se han convertido al cristianismo o el Islam, la mayoría siguen practicando tradiciones animistas, algunas tan extrañas como las ceremonias de vudú o el culto realizado en el templo de las pitones. En general, se dedican a la agricultura y la poligamia es admitida y ampliamente practicada en su sociedad. Sin embargo, el papel de las mujeres es de gran importancia en ella e incluso en el mencionado reino de Dahomey servían como guerreras, hecho que resultó sorprendente a los primeros europeos que llegaron a su territorio.