Fronteras del Imperio Romano – El limes del Danubio
En tiempos del Imperio romano, las orillas del Danubio sirvieron como limes, es decir, como frontera, durante la mayor parte de su recorrido. A lo largo de los más de mil ochocientos kilómetros que separan las termas de Bad Gögging, en el estado germano de Turingia, del fuerte de Halmyris, en el delta del Danubio, permanecen numerosos restos de murallas, fortificaciones, torres, asentamientos y otros elementos que formaban parte de la infraestructura militar romana. Estos lugares estaban conectados mediante una calzada que se prolongaba de manera paralela al río y cuyas principales paradas eran los campamentos militares de Vindobona, Carnuntum, Brigetio, Aquincum, Singidunum, Viminacium, Ratiaria, Oescus, Novae, Durostorum y Troesmis, que dieron origen a localidades como Viena, Budapest, Belgrado y Silistra, entre otras. Los aproximadamente seiscientos kilómetros que corresponden al tramo occidental, localizados en Alemania, Austria y Eslovaquia, fueron declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO en 2021, mientras que el resto, distribuidos entre Hungría, Croacia, Serbia, Bulgaria y Rumanía, todavía están en proceso de consideración como integrantes de la Lista indicativa.