Estación de Atocha (Madrid, Comunidad de Madrid)
Principal nudo ferroviario en España, la estación de Atocha tiene un tráfico anual de más de cien millones de pasajeros, que utilizan sus servicios de cercanías, media y larga distancia. Fue construida a mediados del siglo XIX y entonces era conocida como Estación Central de Madrid, puesto que allí comenzaban y terminaban todas las líneas ferroviarias que llegaban a la ciudad. Inicialmente, los trabajos fueron dirigidos por el ingeniero Adolphe Jullien, más tarde reemplazado por su compatriota Victor-Benoît Lenoir, que se encargó de la ampliación del recinto una década más tarde. A finales del siglo XIX una nueva ampliación era necesaria y el encargado fue el arquitecto Alberto de Palacio, que poco antes había colaborado en la edificación del también madrileño Palacio de Cristal. En esa época fue realizada la impresionante nave central, que supera los ciento cincuenta metros de largo y está rematada por una cubierta de hierro fundida en Bélgica. En la década de los años veinte del siglo pasado se prolongó hasta ella la primera línea de Metro madrileña. Ya en 1988 se le añadió la estación de cercanías y cuatro años más tarde comenzó a servir como punto de partida del tren de alta velocidad conocido como AVE. La nave central fue readaptada como vestíbulo entonces y en su interior se instaló un jardín tropical que incluye unos siete mil ejemplares de más de doscientas cincuenta especies diferentes. Desde entonces se la considera dividida en dos estaciones diferentes, aunque conectadas entre sí: la estación Puerta de Atocha, que da servicios de largo recorrido y AVE, y la estación de Atocha-Cercanías, con tráfico de media distancia y cercanías.