Ideado por el monje Mesrop Mahtots a comienzos del siglo V, el alfabeto armenio fue seguramente el principal responsable de la particular idiosincrasia que desarrolló posteriormente la nación armenia. Consta de treinta y seis letras, la mayor parte de las cuales proceden del griego o muestran un estilo similar, aunque cuatro de ellas derivan del dialecto arameo denominado asirio o caldeo. En el armenio moderno existen dos dialectos, el occidental y el oriental, que se diferencian fundamentalmente en la pronunciación, puesto que utilizan los mismos caracteres. La identidad cultural del pueblo armenio ha estado ligada desde siempre a su característica escritura, no tan solo desde el punto de vista de su herencia literaria sino en muchas otras manifestaciones artísticas. Entre ellas las desarrolladas por escultores, bordadores, tapiceros o joyeros, cuyos autores suelen hacer uso del conjunto de caracteres que forman el alfabeto para componer diferentes motivos ornamentales.