Presidida por la imagen de la santa titular desde el interior de una hornacina, la ermita de Santa Lucía es uno de los templos más antiguos de Alcalá de Henares. Situada justo enfrente de la catedral, existe un templo en ese lugar desde el siglo XII, tres siglos antes de que fuera construida la sede catedralicia. Se tiene constancia de que la primera versión de la ermita tenía tintes mudéjares, mientras que la actual, que data del siglo XVII, muestra una imagen propia del barroco complutense. De la importancia de este lugar para la ciudad alcalaína da idea el hecho de que en él se reunía el concejo local, cumpliendo por consiguiente las funciones de consistorio, hasta la segunda década del siglo XVII, cuando el Cardenal Cisneros trasladó la sede de la institución a otro lugar.