Visité la isla de El Hierro en diciembre del año 2012. Llegué a ella en barco desde Gomera y me instalé en un hotelito muy acogedor considerado el más pequeño del mundo (Punta Grande). Allí hice base durante tres días con dos noches para descubrir la naturaleza de la isla, básicamente a pie, aunque a veces tuve que tomar guaguas. Ese hotel era una especia de Museo Naval pues en su interior se encontraban todo tipo de trebejos relacionados con el mundo del mar, como anclas, timones, gorras de capitán, peces espada, etc.

Tras instalarme en mi habitación y antes de cenar, tuve tiempo de realizar una pequeña caminata muy grata a través de un sendero con tablas de madera hasta llegar a una piscina natural llamada Charco de los Sargos, junto a la playa de Las Macetas. Ese sendero tenía un nombre: Las Puntas, y cada pocos centenares de metros siguiendo esa ruta había puestos, tipo glorietas, donde uno podía sentarse a descansar y disfrutar de las preciosas vistas del mar y del paisaje volcánico con sus campos de lava. De hecho, esa zona corresponde a uno de los cuatro lugares inscritos en el Geoparque y Reserva de la Biosfera: Riscos de Tibataje. Los otros tres son: Los Roques de Salmor, Mencáfete y Punta de La Restinga. Antes de caminar de regreso al hotel resolví probar el vino local de la isla, del cual tenía referencias favorables. Primero pedí una copa del blanco y después una del tinto, para así saborear sus dos variedades.

El segundo día lo dediqué a los poblados, que encontré encantadores y habitados por gente amabilísima, además de adentrarme en la Punta de la Restinga. Toda la isla de El Hierro en sí es una maravilla, y para muchos es la más entrañable del archipiélago canario. Y el tercer día, antes de dejar la isla con cierta pena me despedí del gentil encargado del hotel y luego me acerqué a visitar la zona cercana al Parador Nacional, a orillas del mar. Tras ello regresé en barco a la isla de La Gomera contentísimo a más no poder por todo cuanto había visto y aprendido esos días. Además, El Hierro significó culminar mi visita a las siete islas principales del archipiélago canario (Tenerife, Gran Canaria, Lanzarote, Fuerteventura, La Palma, La Gomera, El Hierro); ahora ya sólo me faltaba por conocer la octava isla: La Graciosa.