El flamenco
Se conoce como flamenco a un género artístico surgido en diferentes zonas de Andalucía posiblemente a finales del siglo XVIII. Su etimología no está clara y tampoco lo están las influencias de las que bebió en sus primeros años. A lo largo del siglo XIX fue tomando forma y diferenciándose del denominado folklore andaluz, con el que mantiene ciertas similitudes. Su relevancia aumentó en el siglo XX, cuando los espectáculos celebrados en plazas de toros y teatros comenzaron a congregar a numerosos asistentes. Surgieron además los denominados tablaos, locales en los que se conjugaban las tres facetas del flamenco, cante, baile y toque, puestas de manifiesto sobre un tablado de madera, de ahí el nombre. Las versiones tradicionales del cante flamenco son popularmente conocidas como palos y suelen clasificarse de acuerdo con su métrica, su origen o su procedencia geográfica. La mayor parte de ellos suelen realizarse con acompañamiento de guitarra, aunque algunos, como las saetas, se cantan a palo seco, utilizando tan solo la voz. Geográficamente hablando, el flamenco se desarrolla principalmente en zonas andaluzas de las provincias de Cádiz, con especial mención para Jerez de la Frontera, Sevilla, Granada y Huelva; también en el sur de Extremadura, sobre todo en los alrededores de la Plaza Alta de Badajoz; y en parte de la Región de Murcia, fundamentalmente en la propia capital y en la localidad de La Unión, donde tiene lugar el prestigioso Festival del Cante de las Minas. Asimismo abundan los locales donde se interpreta en Madrid. Entre sus artistas más universales hay que mencionar a la bailaora Carmen Amaya, el guitarrista Paco de Lucía y el cantaor Camarón de la Isla.