El fado (Portugal)
Principal manifestación de la música lusitana, el fado es interpretado por una sola voz acompañada por una guitarra clásica y una guitarra portuguesa. En este género musical genuinamente lisboeta cobran especial relevancia las letras, a través de las cuales se expresan las vivencias del compositor y en las que predominan sentimientos como la saudade, la melancolía o el fatalismo. Los orígenes del fado se remontan a la primera mitad del siglo XIX, aunque algunos autores los relacionan con cánticos marineros anteriores, usados por los pescadores para combatir la soledad del momento. Los cantantes pueden ser hombres o mujeres, aunque en el conocido como fado de Coímbra la voz es exclusivamente masculina. El fado de Lisboa suele denotar sentimientos de tristeza y dolor y se escucha fundamentalmente en las denominadas casas de fado, generalmente situadas en los barrios de Alfama y Bairro Alto. Entre los fadistas más destacados se encuentran los desaparecidos Lucília do Carmo, su hijo Carlos do Carmo y la extraordinaria Amália Rodrigues, así como las todavía en activo Mariza, Mísia y Dulce Pontes.