Lamentablemente descuidado y poco valorado por las autoridades locales, el dolmen Huerta de las Monjas es uno de los más completos de España. Está localizado en un paraje agreste, próximo al río Sever, que sirve como frontera entre España y Portugal en la zona. Consta de seis ortostatos, que conforman una cámara circular de unos cuatro metros de diámetro y algo más de dos de altura. Mantiene en buen estado la cubierta y el acceso se realiza a través de un corredor largo, hecho poco habitual en esta demarcación. Menos habitual aún, puesto que es el único caso que se conoce, es el grabado antropomorfo que se adivina en la cara exterior de uno de sus ortostatos. Una excavación realizada tiempo atrás sacó a la luz parte de su ajuar funerario, incluyendo puntas de cuarzo y cuentas de collar entre otros elementos.