Entre las catorce islas sobre las que se extiende la ciudad de Estocolmo, una de las más características es la denominada Djurgården. Con una superficie inferior a un tercio de kilómetro cuadrado, su nombre se traduce como parque zoológico, puesto que en la segunda mitad del siglo XVI el rey sueco Juan III llevó hasta allí diversos ejemplares de ciervo, reno y alce. De hecho, aún sigue habiendo un zoológico en la isla, además del parque de atracciones Gröna Lund y un parque urbano. También se encuentra en Djurgården el conocido como Skansen, que es el museo etnográfico al aire libre más antiguo del mundo, así como varios museos más. Entre ellos destacan el dedicado al grupo musical Abba, el Museo de Biología, el Museo Nórdico y, especialmente, el Museo Vasa, donde se exhibe íntegro el barco de ese nombre hundido en el puerto de Estocolmo en la primera mitad del siglo XVII. Apenas ochocientas personas tienen fijada su residencia en la isla, cuyos visitantes anuales superan los diez millones.