Antiguamente un pueblo localizado al noroeste de Edimburgo, Dean Village se incorporó a la capital escocesa en el siglo XIX aunque sigue manteniendo su idiosincrasia. En esta zona existieron molinos durante varios centenares de años, dedicados a moler grano aprovechando la corriente del río Water of Leith. Cuando esta tradicional actividad industrial fue reemplazada por otros métodos, las antiguas construcciones fueron perdiendo su sentido, hasta que, en la segunda mitad del siglo pasado, comenzó un proceso de reestructuración que convirtió a la población en una tranquila y cotizada zona residencial. En la actualidad, Dean Village es un auténtico oasis dentro de la ciudad y tanto sus edificaciones de piedra, buena parte de ellas del siglo XVII, como la exuberancia que ofrecen ambas orillas del Water of Leith la convierten en uno de los secretos mejor guardados de Edimburgo.