Asociada a la figura de Fernán González, considerado el fundador de Castilla, la villa de Covarrubias alcanzó cierta relevancia durante la Alta Edad Media. Era entonces cabeza del infantado homónimo, que comprendía más de setenta poblaciones y una veintena de cenobios, entre ellos el monasterio de San Pedro de Arlanza. Posteriormente, a esta localidad típicamente castellana se la relaciona con la desdichada princesa Cristina de Noruega, que allí fue enterrada en la segunda mitad del siglo XIII por deseo de su marido, el infante Felipe de Castilla, antiguo abad de la colegiata de San Cosme y San Damián. Etimológicamente hablando, parece que debe su denominación a la abundancia de cuevas de color rojizo en sus inmediaciones. En la actualidad, Covarrubias es una tranquila población que supera por poco el medio millar de habitantes y se estructura en torno a la plaza de Doña Urraca. Además de la mencionada iglesia, destacan la construcción defensiva conocida como torreón de Fernán González y algunas muestras de arquitectura de entramado, como la denominada casa de Doña Sancha en honor a la esposa de Fernán González.
