Patria chica de grandes filósofos como Séneca, Averroes o Maimónides, Córdoba fue fundada en el siglo II a.C. y llegó a ser capital de la Provincia Hispania Ulterior Baetica romana. Alcanzó su esplendor en el siglo X, cuando con su medio millón de habitantes era posiblemente la ciudad más poblada del mundo. En aquella época se construyó su maravillosa mezquita, entonces la segunda más grande del mundo tras la de La Meca. Más adelante se establecieron en ella judíos, que dejaron numerosas trazas de su legado en la bien conservada judería, y cristianos, que construyeron el imponente Alcázar. Muchas otras reminiscencias del pasado se dan cita en el centro histórico, que presume de su puente romano, la encantadora calleja de las Flores, diferentes edificaciones religiosas de interés y las extraordinarias plaza del Potro y plaza de la Corredera. En la actualidad, Córdoba cuenta con unos trescientos veinte mil habitantes y está considerada una de las ciudades más históricas y que mejor ha sabido resistir el paso del tiempo en España. Hay que mencionar también su excelente gastronomía, basada en la dieta mediterránea y donde destacan especialidades locales como el salmorejo.