Convento de Santa Ana (Valencia de Alcántara, Extremadura)
Fundado durante la segunda mitad del siglo XVI bajo licencia del monarca Carlos I, el convento de Santa Ana albergó a una comunidad de religiosas de la orden clarisa hasta su desamortización en la primera mitad del siglo XIX. Más adelante sirvió como cuartel, almacén, prisión e incluso casa-cuna, hasta ser convertido en escuela durante las primeras décadas del siglo XX. Desde comienzos del siglo XXI las dependencias de la galería superior del claustro albergan el Museo Etnográfico de Valencia de Alcántara. Por su parte, la iglesia conventual fue recuperada para el culto a comienzos del siglo XX y es conocida como iglesia de los Padres debido a que fueron los religiosos de la Comunidad de la Preciosa Sangre quienes se encargaron de impartirlo. A finales de ese siglo el templo fue restaurado con ayuda de los vecinos y en la actualidad se han retomado los servicios religiosos tras un largo periodo de inactividad. Destaca su fachada plateresca, con sendos medallones representando a San Pedro y San Pablo en las enjutas y blasones de los linajes Bravo de Xerez y Contreras-Chumacero flanqueando la hornacina central.