Convento de la Merced (Murcia, Región de Murcia)
Junto a la adyacente iglesia de la Merced, el claustro homónimo es lo único que queda de un convento edificado en la población murciana a mediados del siglo XVI. La orden mercedaria se había establecido en Murcia siglos atrás y decidieron trasladarse hasta este emplazamiento debido a las frecuentes inundaciones en la época. La iglesia destaca por su portada, una de las mejores del barroco murciano. Fue realizada a comienzos del siglo XVIII y muestra las figuras de santos vinculados a la orden mercedaria, como San Ramón Nonato y San Pedro Nolasco, así como la de la Virgen de los Remedios. El claustro fue construido en las primeras décadas del siglo XVII, a la par que uno de los tres que contiene el convento mercedario sevillano, con el que guarda ciertas similitudes. Pero, a diferencia de éste, el murciano consta de dos pisos con arcos de medio punto soportados por columnas toscanas. Tras la infausta desamortización de Mendizábal, pasó a manos privadas y sirvió para diferentes propósitos hasta que ya bien entrado el siglo XX fue adquirido por la Universidad de Murcia y a su alrededor se fue desarrollando el denominado campus de la Merced.