Fieles a una tradición ancestral, los isleños del estado micronesio de Yap siguen construyendo piraguas a la antigua usanza. El proceso consiste en elegir un árbol conveniente para ello, talarlo, ahuecarlo y darle la forma adecuada al casco con la ayuda de una pequeña hacha. La embarcación resultante tiene forma asimétrica, sustentada a babor por una sujección, hecha también en madera, que evita que se hunda en demasía. Ello les permite desplazarse a gran velocidad y salvar la escasa profundidad del agua que rodea a estas islas. Estas canoas se mueven con la ayuda de una vela y son frecuentemente usadas para la pesca, principal medio de subsistencia en la zona. En la isla de Maap se localiza la Sociedad de Navegación Tradicional, uno de los principales lugares donde se ponen de manifiesto estos conocimientos, que son transmitidos a las nuevas generaciones mediante el aprendizaje.