Crédito: Bogdan Muraru

El término rumano colind se utiliza para designar las canciones navideñas que en español llamamos villancicos. De él deriva colindat, que es como se denomina al hecho de interpretar estos temas durante la tarde de Nochebuena. En diferentes lugares de Rumanía y Moldavia, grupos de personas, generalmente hombres jóvenes, van de casa en casa a cantar villancicos a cambio de comida, algún pequeño detalle o algo de dinero. En ocasiones lo hacen vestidos con una indumentaria tradicional y acompañados por diversos instrumentos musicales. La temática de las canciones no es solo religiosa, sino que frecuentemente está relacionada con la forma de vida tradicional y diversas fábulas y leyendas. Estas melodías son aprendidas desde la infancia y generalmente los participantes efectúan ensayos durante los días previos a la Navidad, que sirven para reforzar la pertenencia a la comunidad.