Tres ingredientes fundamentales constituyen la base de la cocina tradicional mexicana: los chiles, los fríjoles y el maíz. Con ellos, generalmente acompañados por arroz, tomates, aguacates, carne u otros productos y condimentos, se elaboran diferentes platos, como el chili con carne, que por sí mismos conforman un auténtico arte culinario. Tortillas y tamales suelen ser consumidos a diario en las diferentes comunidades presentes a lo largo y ancho de México. De ellos derivan nachos, corundas, tacos, uchepos, enchiladas o quesadillas, algunos de los cuales han sobrepasado las fronteras mexicanas y se han extendido por todo el mundo. Se considera parte de la comida tradicional mexicana toda la cadena que se inicia con el cultivo y cosechado de los productos, generalmente mediante métodos ancestrales como la milpa o la chinampa, y finaliza con la elaboración y la degustación de la comida que con ellos se prepara.