Poblado ya en tiempos romanos, cuando era conocido como Ad Speculum, Chebika es uno de los denominados oasis de montaña del desierto tunecino. Habitual en todas las listas de oasis más bellos del Planeta, se trata de un lugar ciertamente paradisíaco, que transmite al viajero la idea que simboliza lo que estos sitios representan. Agua, agua a raudales, incluso una pequeña cascada que resulta a la vez exótica y un tanto fuera de lugar en relación con el entorno que la rodea. Junto a ella, miles de palmeras elevan sus copas hacia el cielo en un terreno pedregoso y seco donde irónicamente a veces se producen inundaciones, como la que se llevó por delante a la antigua población de Chebika unas décadas atrás.