Algo menos de cuatro kilómetros cuadrados de superficie ocupa el centro histórico de Sevilla, considerado el más extenso de España y el sexto de Europa, después de los de cinco ciudades italianas. Su patrimonio monumental es tan grande que ciertos estudiosos se atreven a afirmar que alberga el mayor número de monumentos del continente europeo. Las diferentes civilizaciones presentes en la ciudad fueron dejando su legado, por lo que los estilos representados varían desde el romano al contemporáneo, con especial hincapié en el gótico, el islámico, el mudéjar, el renacentista y el barroco. El número de iglesias existentes en la ciudad se calcula en ciento veinticinco, con diferencia el mayor entre los municipios españoles, la mayor parte de ellas en el casco antiguo. Destaca la Catedral, bien acompañada por templos tan representativos como la iglesia de San Luis de los Franceses, la capilla de los Marineros o la basílica de la Macarena. Entre los numerosos ejemplos de arquitectura civil sobresalen la Torre del Oro y los Reales Alcázares, sin olvidar el Archivo de Indias, el palacio de las Dueñas, el Ayuntamiento o el palacio conocido como Casa de Pilatos. Completan este auténtico despliegue patrimonial plazas como la fabulosa Plaza de España, parques urbanos como el denominado Parque de María Luisa, jardines como la magnífica Alameda de Hércules o museos como el extraordinario Museo de Bellas Artes. Desde 1987, el conjunto patrimonial conocido como Catedral, Alcázar y Archivo de Indias está declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO.