Desplegado a partir de la plaza del Palacio, así denominada por encontrase en ella el magnífico Palacio de Invierno, sede del famoso Museo del Hermitage, el centro histórico de San Petersburgo alberga un conjunto monumental de primer orden. A espaldas de la plaza está el río Neva, en cuya orilla opuesta se encuentra la fortaleza de San Pedro y San Pablo. Para llegar hasta ella hay que cruzar el denominado puente del Palacio y el conocido como puente del Intercambio. Cerca de la plaza se eleva la dorada cúpula de la catedral de San Isaac y la no menos dorada aguja del Almirantazgo. Al otro lado se recortan las cúpulas bulbosas de la iglesia de la Resurrección de Cristo y más adelante, en un meandro del Neva, se levanta el monasterio Smolny. Junto a la plaza parte Nevsky prospekt, principal avenida de la ciudad. Desde la catedral de San Isaac, tomando la avenida Voznesensky y cruzando el río Fontanka se llega a la catedral de la Trinidad, ya en los límites del casco histórico de la población.