Popularmente denominado pelourinho, término que en idioma portugués se traduce como picota, el centro histórico de Salvador de Bahía alberga los mejores ejemplos de arquitectura colonial que se han conservado en Brasil. La picota, sitio donde se ajusticiaba a los reos en el pasado, se encontraba en la calle conocida como Largo do Pelourinho, aunque ya no quedan vestigios de ella. En sus alrededores se hallan numerosas edificaciones plenas de tipismo, que retrotraen a mediados del siglo XVI, época en la que fue fundada la población. Entre ellas destacan la catedral, el convento de San Francisco, la iglesia de Nossa Senhora do Bonfim y la magnífica iglesia de la Orden Tercera de San Francisco, construida en el siglo XVIII y que muestra una excepcional fachada plateresca, única en territorio brasileño.