Centro histórico (Lyon, Francia)
Fundada por los romanos en el siglo I a.C. sobre la colina de Fourvière, Lyon mantiene una relación simbiótica con los ríos Ródano y Saona, entre cuyas orillas se encuentra. Fue bautizada como Lugdunum debido a su situación sobre un castro celta conocido como Lugdunon, que significa ciudad de la luz. De aquella época han llegado hasta nuestros días diferentes restos, entre los que destacan un teatro y un odeón en buen estado de conservación. En época medieval se desarrolló el denominado Vieux Lyon, actualmente un barrio situado en la orilla del Saona y donde destacan edificaciones como la magnífica Catedral Saint-Jean y la iglesia de San Jorge. Entre éste y la orilla del Ródano se localiza el barrio conocido como Presqu’île, debido a su aspecto de península, en el que se sobresale la carismática Place des Terreaux, presidida por la sede del Consistorio local. La colina de Fourvière alberga los restos romanos anteriormente mencionados y en su cima se sitúa la atractiva Basílica Notre-Dame de Fourvière, obra de la segunda mitad del siglo XIX.