Catedral de Santa María y San Julián (Cuenca, Castilla-La Mancha)
Primer templo gótico construido en Castilla, la catedral de Cuenca supuso una innovación total en una época en la que el románico estaba aún muy presente en la Península Ibérica. Transcurrían los últimos años del siglo XII y la edificación del templo estuvo muy influenciada por Leonor de Plantagenet, reina castellana de origen normando que posiblemente encargara el trabajo a arquitectos de esa procedencia. Con el tiempo, la catedral hubo de ser reformada en diversas ocasiones. El claustro actual es obra de Juan de Herrera de la segunda mitad del siglo XVI y fue reabierto hace aproximadamente una década tras más de doscientos años cerrado al público. El interior del templo es fundamentalmente gótico, aunque el transparente fue proyectado por Ventura Rodríguez en el siglo XVIII. Asimismo, el actual altar mayor también le fue añadido en esa época. Por su parte, la magnífica fachada principal es neogótica, un diseño de Vicente Lampérez de comienzos del siglo XX en sustitución de la portada original, que se había derrumbado unos años atrás.