Dedicada a Santa María, la catedral de León está situada en el lugar donde anteriormente se encontraban unas termas romanas. La versión actual comenzó a ser construida en el siglo XIII y estuvo precedida por dos anteriores, posiblemente de fábrica románica ambas. De clara influencia francesa e inspirada en la catedral de Reims, es un claro ejemplo de lo que se conoce como desmaterialización del arte gótico, tendencia que sustituye parte de los muros por ventanales y vidrieras. Su planta tiene una longitud de noventa metros, llega a alcanzar los treinta de altura y está dividida en tres naves. La fachada principal muestra un magnífico rosetón central y está flanqueada por dos torres que se levantan hasta casi los setenta metros de altura. El pórtico a través del cual se accede al templo representa diversas escenas bíblicas y constituye el culmen de la escultura gótica en España.