Crédito: Fabià Flores
Excelente muestra de templo románico de estilo lombardo, la catedral de Santa María dio nombre a la población leridana de La Seu d’Urgell. Empezada a construir en la primera mitad del siglo XII por encargo del obispo San Odón, se trata de la cuarta versión de sede catedralicia existente en este lugar. Tras un asedio sufrido por la población a finales de ese mismo siglo, las obras se interrumpieron y la seo quedó inacabada excepto por algunos retoques realizados en los siglos XV y XX fundamentalmente. La fachada principal está flanqueada por dos torres situadas en los laterales del templo y la remata un campanario de estilo lombardo. Sobre una prolongación del muro del cimborrio se sitúa una espadaña de tres vanos. El ábside es semicircular y está recorrido en su parte superior por una galería abierta que recuerda a las presentes en varias iglesias transalpinas. El interior consta de tres naves divididas en cuatro tramos, estando la central recubierta por bóveda de cañón y las laterales por bóvedas de crucería. Conserva trazas de pinturas murales del siglo XIII, aunque varios fragmentos fueron expoliados y actualmente se encuentran en diversos museos. El ábside está presidido por una talla románica de la Virgen de Urgell, imagen realizada en madera policromada durante el siglo XIII. La catedral ha sido sede episcopal de la diócesis de Urgell desde su fundación.