Segundo templo más grande de España, la catedral de Santa María Inmaculada de Vitoria alcanza los ciento veinte metros de largo por sesenta y dos de ancho, elevándose hasta los treinta y cinco metros en el crucero. Planificado para reemplazar a la popularmente conocida como Catedral Vieja, las obras se iniciaron a comienzos del siglo XX, dándose por concluidas en la década de los setenta de ese mismo siglo. Esta voluminosa edificación neogótica tiene planta de cruz latina, distribuida en cinco naves y un crucero que a su vez consta de tres naves. Inicialmente su diseño estaba basado en el de la catedral de Chartres, pero la falta de fondos debido a la guerra civil y otras circunstancias dejaron la edificación inacabada. La carencia de espiras a ambos lados de la fachada principal le otorgan un aspecto más enfocado hacia el plano horizontal que hacia el vertical planeado en el proyecto original. Desde su consagración, la catedral de Santa María Inmaculada sirve como sede catedralicia de la diócesis de Vitoria.