Catedral de Santa María de la Asunción (Plasencia, Extremadura)
Para muchos el templo más bello de Extremadura, la catedral de Santa María de la Asunción o Catedral Nueva de Plasencia fue construida a lo largo del siglo XVI, aunque las obras quedaron inacabadas. Su propósito era el de reemplazar a la catedral anterior, que se encuentra adosada a ella y con la que comparte el claustro. Al parecer, ésta era considerada demasiado austera y se decidió hacer una nueva que destacase por sus dimensiones y su ornamentación. En el edificio resultante sobresale una espectacular fachada plateresca, atribuida a Juan de Álava aunque es posible que la terminase Rodrigo Gil de Hontañón. Dividida en cuatro cuerpos y con la intención de convertirse en un retablo en piedra, consta de numerosas hornacinas en las que curiosamente faltan las estatuas, que no fueron talladas quizás por falta de presupuesto.